Ya que lo mencionas, debía ser un gran maestro Don Álvaro d'Ors ya que todos sus discipulos guardan un grandísimo recuerdo de él. Yo mismo soy discípulo de una de sus más destacadas alumnas Teresa Giménez-Candela, que por cierto fué la que me acercó más aún hacía el trabajo de la Cátedra Garrigues en Derecho Global dirigida por su compañero Rafael Domingo.
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