Un tema bastante interesante. Y a mi se me ha ocurrido pensar su vertiente más peligrosa. Imaginaos que se usa para todo lo contrario, para que los niños salgan ya maricones perdidos desde pequeños.
No es tan descabellado. Imaginad en un futuro no muy lejano en el que se generalice la legalidad de la adopción de parejas homosexuales. ¿No puede decir el padre: "Yo quiero que mi hijo sea gay, como yo?"![]()
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