Partido político católico en Marruecos
Ya lo estoy viendo
un partido fundado por católicos españoles que se ha legalizado en Marruecos. Al principio con aspiraciones humildes, pues sólo se presentaría a las elecciones municipales, pero en dos legislaturas más llegaría a conseguir los ayuntamientos de Rabat, Casablanca, Tánger, Fez, Larache... Con el tiempo y un buen hacer político responsable y transparente, se propondría el acceso al gobierno de Marruecos, ocupando carteras ministeriales y la jefatura gubernamental.
¿Y estoooo?
Pues debería estar muy justificado desde la óptica de los marroquíes y otros musulmanes que están entre nosotros. Y es que hablamos de normalizar la situación en nuestro vecino del Sur: que las mujeres tengan iguales derechos y obligaciones que sus "zánganos", ¡perdón! quise decir "maridos". Que puedan formarse, estudiar, elegir la religión, pues el gobierno católico autorizaría la construcción de una enorme cantidad de iglesias, bastaría con cumplir los requisitos mínimos necesarios para las obras. Y a los varones se les exigiría que cumpliesen como ciudadanos responsables en vez de estar tocándose las narices.
Además, se arbitrarían medidas para industrializar el país, y así no se no se verían obligados a tener que emigrar, y mucho menos en patera. A cambio, vendrían como turistas y una corriente de simpatía se establecería entre ambos lados del Estrecho.
Además, se restituirían viejas tradiciones, tales como devolver lo suyo a los bereberes, incluída la fe cristiana que les fue arrebatada a la fuerza en el S. VII. Al pueblo saharaui se les daría la independencia, pues ese territorio es suyo, y nunca fue de Marruecos, por tanto la situación de ocupación ilegal desaparecería, aliviando tensiones en la zona y disminuyendo el gasto público que supone el mantenimiento de dicha ocupación. A cambio, esos fondos podrían ser destinados a gastos sociales y educativos en el medio rural, que tanta falta están haciendo.
También se construirían hospitales, líneas férreas, carreteras y pantanos para almacenar agua. Unos buenos ingenieros, -españoles por supuesto-, desarrollarían planes para volver verde y cultivable el desierto.
La cuestión más peliaguda consistiría en cómo convencer a la gente de que se debe devolver a España lo que por derecho histórico es suyo, es decir, todos los territorios comprendidos entre Tánger, Larache y Melilla. Pero con buena voluntad y a cambio de abogar por la integración de Marruecos en la U.E. se podría lograr.
Lo "grandioso" del asunto y lo "mejor" de todo, es que se lograría dar cumplimiento a la soñada Alianza de Civilizaciones zapateril. Lamentablemente, tristemente, este "cuento de la lechera" no tiene ninguna opción. Y es que en Marruecos nunca se podría legalizar ningún partido católico y español. Por eso, yo me pregunto: ¿y qué ¡c...! hace uno islamista legalizado en España? el PRUNE, ( y a mi que me suena a fruta: "prunus", subfamilia de las ciruelas, cerezas, etc.), cuyos dirigentes afirman pretender llegar a "gobernar" 

España en el 2030 para "regenerarla", ¡válgame el cielo si así fuera! Y para ello no cuentan con el aborto de "Bibianita", pues se van a inflar a parir críos que ya tendrán la nacionalidad española. Si es que lo tienen todo calculado los tíos.
Pues o legalizan en Marruecos ese partido católico y español, o todos estos, legales e ilegales, salen de España echando "mixtos", y antes, mucho antes del 2030.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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