Respuesta: Zapatero en El Vaticano
Con lo que no contaba el susodicho bastión de los esperpentos, es que se iba a encontrar con otro que, aunque lo imita, no puede llegarle a la altura de los calcetines por más que se empeñe. Y es que estando ZP y Berlusconi en plena rueda de Prensa, éste último se le acercó que decirle que se despedía de él "como un santo" porque ya había sido bendecido por El Pontífice. A renglón seguido, Berlusconi se marchó dejándolo plantado y sin foto, por lo que ZZP se vió obligado a salir pitando de allí y dirigiéndose a otra sala acabó en solitario su soliloquio.
Un nuevo éxito, un logro, un laurel más para la frente del paladín de las repúblicas bananeras, para el defensor del burka y de los harenes en sus relaciones internacionales.
¡Qué penaaaaaaa!
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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