Respuesta: Quieren quitar el "todo por la patria".
Menudo ahorro ha hecho con sus neuronas el "amigo": o sea ahorremos pasta al Estado democrático no poniendo el lema "Todo por la Patria", que tiene 15 letras y, a cambio, pongamos "Guardia Civil, Ministerio del Interior" que sólo son 33. No importando el consiguiente riesgo de que al cabo de unos años viniese un democrático gobierno y decidiera, por ejemplo, que el actual Ministerio del Interior pasase a denominarse Ministerio de Gobernación, Orden Público e Interior, con lo que en vez de 33 letras tendrían que "pintar" 57 letrillas de nada. Ya digo ¡menudo ahorro! y todo porque Todo por la Patria es una consigna franquista.
El día que se espabilen se van a llevar tal susto que los va a dejar calvos, a ver si pasa lo antes posible. Más les vale ponerse a cumplir con las funciones por las que se les paga el sueldo y si no, ¡a la cola del paro, que hay mucha demanda de gente que si quiere hacer lo que debe!
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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