Se han limitado a dar atención religiosa a la comunidad extranjera en los países musulmanes, impidiendo jerárquicamente incluso el trabajo misionero y las conversiones a los autóctonos. Se han retrotraído a una labor social de ayuda a los necesitados extranjeros, renunciando ya hace tiempo a los necesitados del país, pues pudiera parecer se hacía con la idea de “convertir” a los auxiliados. Se pasó a la atención de los inmigrantes en tránsito para no “molestar” a las autoridades… Todavía no les basta, quieren acabar con todo lo que huela a cristiano, quieren eliminar toda labor, ya no pastoral, si no incluso social, ¿Cederá también a ello la Iglesia oficial?
Mientras en Europa entera el Islam campa a sus anchas, se fomentan las mezquitas, se les financia, se les apoya institucionalmente… en los países musulmanes se persigue hasta el trabajo solidario y altruista, no sea pueda servir de ejemplo y se convierta algún musulmán.
“La sangre de los mártires es semilla de cristianos”, ¿De qué es semilla la actitud tibia, con descendente y cobarde de la actual Iglesia católica?. Desde aquí hago un llamamiento a las autoridades europeas, a los medios de comunicación y a los católicos de verdad a que denuncien esta actitud intolerable.
Y sobre todo hago un llamamiento a la propia Iglesia militante para que se reafirme en su fe, persista en la actitud de servicio social y espiritual, y que no reniegue de su labor pastoral y apostólica. Nuestra debilidad es su fortaleza, cada concesión que se hace, nunca será agradecida, será un síntoma de debilidad. El musulmán por forma de ser no entiende que se le “regale” nada, por su falta de nobleza siempre entenderá que es merecedor de ello por alguna razón. Y cada paso atrás que se da por nuestra parte es un paso adelante que dan ellos, a los que no les tiembla el pulso para pisarnos, atropellarnos y aniquilarnos. Lo peor de todo es que no les hace falta pisarnos muy fuerte, son nuestras instituciones las que cobardemente se retiran antes de “molestarles”. El que no esté dispuesto a defender su Fe hasta las últimas consecuencias, es por que carece de Fe o carece de bemoles, por cualquiera de esas dos razones debieran irse de estas tierras, para no perjudicar a los que si se atreven a no dar un paso atrás.
Vacíos de convicciones, los religiosos convertidos en “funcionarios” al servicio de la “cooperación internacional” no pueden ni quieren arriesgar su “pan” por su Fe. Antes que les echen, se irán, esperemos lleguen verdaderos misioneros que, aún a pago de martirio, cumplan con el mandato que Dios les hizo.
JMS
Marcadores