Re: Central nuclear en Irán.

Iniciado por
Cruzada Hispánica
Sobre lo del atentado de Madrid, cuando se demuestren las cosas y se detenga a los ejecutores intelectuales del atentado, al igual que en las torres gemelas, detestaré a los musulmanes radicales.
El crimen colectivo de Madrid formó parte del castigo al "trío de la benzina" y, casualmente, ese castigo se produjo en Nueva York, Londres y Madrid. Es indudable que el autor intelectual, o autores, sigue siendo una incógnita, pero es indudable que entre los criminales hubo un nutrido grupo de musulmanes. Existe un vídeo de 2 horas que el Diario "El Mundo" se encargó de elaborar acerca de los hechos y, además de inculpar a otros elementos, no exculpa a los musulmanes. Otro dato peculiar es que nunca se produjo ningún desmentido por parte de organización islamista alguna, luego aunque se hubiera dado el caso de que elementos suyos no hubiesen participado, si hubieran apoyado moralmente el crimen.
Y no olvidemos que fueron casi 200 muertos inocentes y un gran número de heridos a los que les ha quedado a ellos y a sus familias y amigos, cicatrices de algo que jamás olvidarán. Lo he dejado muy claro en mensajes anteriores, islamismo y sionismo son enemigos de la Cristiandad por igual, y "al enemigo ni agua".
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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