Totalmente de acuerdo. Aún tengo fresca en la memoria el lamentable secuestro por parte de Esperanza Aguirre de la última manifestación contra ETA y el gobierno. Fue bochornoso ver a las masas desentenderse de la finalidad de la concentración y pelearse por acercarse a su "líder espiritual" como ratas atraídas por el flautista de Hamelin.
Aún así, y aunque firmaría alguna de las consignas de los acampados, otras hacen muestra de una pasmosa ingenuidad y analfabetismo político, cuando no son abiertamente despreciables. Llámeme escéptico, pero igual que el derechismo corre a agruparse junto al PP al grito de "¡Qué vienen los rojos!", igualmente a la hora de la verdad el izquierdismo tiende a hacer piña tarde o temprano alrededor del PSOE al grito de "¡Qué vienen los fachas!"
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