Re: Aragón cierra su embajada en Madrid

Iniciado por
Jarauta
Gracias Valdamian. Solo me quedó una duda entonces. Supongamos, por ejemplo, que en México, un gobierno no quisiera reconocer a las "embajadas" y decida pedirles que cierren sus puertas o que quiten el nombre de Embajadas. ¿Se podría hacer?
Es que el Gobierno Mexicano con quien mantiene relaciones plenas es con España como Estado, por tanto, esas "embajadas" pueden ser consideradas como algo similar a casas regionales, y ésas siempre las ha habido. Y, en cuanto a la segunda pregunta, más que cerrar sus puertas, lo que se daría es una posible petición de clausura al Gobierno español, que es lo que se debería hacer. No obstante, y a causa de que la situación económica es tan grave, lo más probable es que las mismas comunidades autónomas teniendo que recortar gastos innecesarios acaben por ir quitándolas, de hecho en algunas ya han empezado a hacerlo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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