Pues yo sí aplicaría el artículo 155 de la Constitución en este caso (el que regula la retirada de autonomía a regiones españolas cuyas acciones contravengan el bien general de la patria), y encarcelaría a quien hiciera falta de acuerdo a la legalidad y a los hechos que hubieran cometido. Aunque esperaría a que comenzaran los preparativos de la consulta, para así estar dotados de la legitimidad legal. Existen antecedentes internacionales próximos, como la suspensión de la autonomía de Irlanda del Norte e el año 2002 de Nuestro Señor Jesucristo, que a la larga no han contribuido en empeorar la situación existente en dicho lugar más allá de lo ya existente con anterioridad. Y acto seguido tratar de tomar todas las medidas necesarias para "des-nacionalizar" Cataluña, en todos los ámbitos, desde la educación, prensa del tipo que sea hasta la televisión pública, etc... disponibles. Pero todo ello sin la más mínima violencia si no es necesario. Y, por supuesto, también habría que acabar, de un plumazo con las redes clientelares autonómicas que son utilizadas para fomentar el separatismo. En definitiva, hay que aislar, lo más completamente posible, al separatismo tanto de los fondos públicos como de las herramientas y resortes del poder estatal (autonómico en este caso), que han sido el combustible con el que se ha tratado de dar más energía al separatismo entre la población.
Precisamente ha sido la inacción, y no otra cosa, tanto de los Gobiernos de España (bueno, más que inacción, colaboracionismo en lo que se refiere a acabar con España desde dentro. Más eficazmente que como lo habría hecho un enemigo exterior) y, sobre todo, de los catalanes que quieren ser españoles (al menos desde la distancia creo que hay que reconocer que los separatistas han sido mucho más activos en muchos ámbitos, amén por supuesto de las herramientas y resortes del poder con las que han podido contar durante casi cuatro, largas, décadas). Por lo tanto, se haga lo que se haga, creo que no se debe seguir postulándose en una inacción que, como vemos, también podría resultar, tanto o más contraproducentes que las medidas que señala Vd. en su mensaje.
Recordemos, del mismo modo, que la suspensión de autonomía de Cataluña y la detención de todo el cuadro de mandos de los partidos políticos separatistas (a los que luego los antiespañoles del Frente Popular liberarían en 1936 para que siguieran con sus fechorías y sus persecuciones totalitarias por Cataluña... no hay más que ver el recibimiento que las gentes de la ciudad de Barcelona hicieron al glorioso Ejército Nacional, Cruzado por Dios y por España, para darse cuenta de ello, amén de muchas otras pruebas y testimonios, por mucho que el traidor régimen juancarlista trate de ocultarlo y de ensalzar al bando antiespañol, en el que tanto marxistas como separatistas tuvieron arte y parte) ya se efectuó en el año 1934 de Nuestro Señor y a la larga no fue una acción negativa, de hecho si no hubiera sido por las acciones del infausto Frente Popular probablemente habría cundido mayor efecto positivo. Lo que quiero incidir es que cuando existe un enemigo como es el separatismo no se le puede dejar campar a sus anchas, hay que atarlo en corto, nunca dejarlo al libre albedrío ni darle herramientas con las que expandirse en tu perjuicio, y si es necesario, acción directa contra él. Ese momento ha llegado en Cataluña.
Cordiales saludos desde La Montaña.
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