La forma en la que se pudo concretar aquella forma eficiente de coacción impositiva hacia nuestro gobiernos en aquellos años de la "Dignitatis Humanae", que obligó (y lo digo y lo repito), que OBLIGÓ de manera muy eficientemente coactiva al Régimen a modificar hasta el Fuero de los Españoles es notorio, para todo aquél que conserve viva y despierta su memoria, o sepa echarle una ojeadilla a las hemerotecas (hoy además, es muy fácil, porque están todas dispersas por internet).
Pues bien, decía que la primera redacción del artículo 6 del Fuero de los Españoles dio lugar a una situación «de tolerancia religiosa» en la que se permitía la existencia de otras religiones diferentes a la católica, siempre y cuando se practicasen en la más estricta intimidad, pero no estaba permitido ningún acto público por mínimo que fuese. Mas concretamente, su texto decía así:
«La profesión y práctica de la religión católica, que es la del Estado español, gozará de protección oficial. Nadie será molestado por sus creencias religiosas ni el ejercicio privado de su culto. No se practicarán otras ceremonias ni manifestaciones externas que las de la religión católica.»
Tras la celebración del concilio Vaticano II (1962-1965), fueron las propias normas de la iglesia católica las que obligaron al estado español a redactar una ley que regulara nuevamente el derecho a la libertad religiosa de una manera mas acorde a la mierda emanada del concilio. Este decreto fue promulgado en 1967, justo un año después de la "Dignitatis Humanae", esa... y tuvo vigencia hasta la llegada del actual sistema totalitario juancarlista, al que llaman "democracia" (y no lo es.. como dicen los chicos del 25M).
De forma tal que el texto anterior, del Fuero de los Españoles, quedó redactado de la siguiente manera:
«El estado asumirá la protección de la libertad religiosa, que será garantizada por una eficaz tutela jurídica, que, a la vez, salvaguarde la moral y el orden público.»
Hay que hacer constar que estamos todavía en el año 1967, y puedo constatar la certeza de sus palabras porque yo mismo asistí a una celebración de una secta evangelista, abiertamente, sin grises en la puerta amenazantes, ni nada que se le parezca. Es decir, en plena y absoluta libertad. No me preguntéis por qué fuí allí, porque no os lo voy a contestar. Tenéis mi permiso y mi comprensión para pensar lo que os de la Real gana...
Este cambio de rumbo, como ya he dicho en otra ocasión, vino determinado por la obligación (y resalto nuevamente esta palabra) que las propias leyes españolas estipulaban, que obligaban a seguir todas las directrices del derecho canónico, porque España era por aquellos días, precisamente eso... un Estado Católico (por desgracia, ya que si no lo hubiera sido, al menos durante algún tiempo por aquellos días... no habría tenido la obligación de hacer caso a las directrices emanadas del Concilio II de mierda).
Quizás hubiera sido inteligente, haber hecho una moratoria en nuestro catolicismo oficial, durante unos pocos años, concretamente hasta 1970, para que... una vez ya creada la FSSPX, haber regresado de nuevo al catolicismo auténtico y verdadero. Eso sí.... ahora ya ligados con convicción a esa "nueva" hermandad sacerdotal, fundada por Marcel Lefebvre. Y seguir fieles al Papa de Roma a la luz de la FSSPX, a pesar de que los herejes surgidos tras el CVII también se empeñaran en compartir Papa, a la luz de su concilio, pero con los verdaderos católicos que se encontraban por aquellos días, ya, recluídos en las bellas y confortables catacumbas Lefebvristas. Una catacumbas que, a modo de eficacísimos refugios antiradiactivos, les ha permetido custodiar para el mundo y para el futuro la Verdadera Fe de Nuestro Señor Jesucristo.
Por desgracia para la España de aquellos días, como aún no existía en 1967 la FSSPX, y como ne se le ocurrió a nadie hacer tal moratoria subrrealista a la que me refiero... la declaración sobre la falsa "libertad religiosa", resultante del concilio, obligó al Estado español a permitir a las diferentes religiones crear lugares de culto públicos y poder dar a conocer sus creencias confundiendo a los españoles.
Y ya, tras la muerte del Invicto Caudillo, la constitución de 1978 se llegó a la actual desorientación definitiva que existe entre la verdadera religión y el Estado. Porque en 1980 se redactó una nueva ley sobre libertad religiosa, que es la que en estos días tenemos, según sus artífices per omniaaaa saeculaaaa seculooooorum. Dios quiera se equivoquen............., aaamen.
Y esta es la histora, amigos (salvado la chorrada subrrealista de la "moratoria" que jamás ocurrió, por desgracia...). Y también esta es la razón, brevemente relatada desde luego, por la que España SÍ SE VIÓ OBLIGADA a seguir las doctrinas heréticas de la Iglesia postconciliar. Y repito para los que hubiere que repetirlo, SE VIÓ OBLIGADA precisamente porque, como buen estado católico que era... fueron las propias leyes españolas las que estipulaban que había de seguirse siempre TODAS las directrices emanadas del derecho canónico. Quizás, para algunos sofistas, también tuvo la culpa de eso Franco, por hacer de España un país sometido a las directrices emanadas del derecho canónico romano por aquellos días..... Si es que Franco va a tener la culta de todo. De todo, menos de la muerte de Manolete, gracias a Dios... ya que todo el mundo sabe hoy en día que fue un toro, ¿un toro...?. Siiii... el famoso toro Islero. ¿Así que no fué Franco...?, Noooooo....... (vale)
Es lo que tienen los estados confesionales católicos... sobretodo en épocas de abierta apostasía y deconstrucción del cristianismo emanadas desde dentro del seno de las propias santísimas sedes de su jerarquía católica... Tiene que están obligados a hacer trancurrir sus legislaciones por las mismas sendas de apostasía por la que les "invitan" a transcurrir las jerarquías eclesiásticas.
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Así que no me vengáis con mas milongas diciendo que el Vaticano no tuvo la culpa, ni obligá a la España del Innombrable a colaborar con ellos en la destrucción de nuestra religión. El CVII era y es todavía un arma de destrucción masiva lanzada por la cúpula vaticana, sobre la cual se asienta cada día el hombre que se sienta en la silla sobre la que también se sentó San Pedro (hoy día adornada con la cruz invertida en las factorías que llevan la marca: Kiko Argüello©, por cierto... sí....... ya se que la cruz invertida, esa, es de naturaleza milenaria; y que es conocida con el nombre de "Cruz de San Pedro", ya lo se....ya... pero a mí no me ha gustado, ¿pasa algo?).
Un abrazo en Cristo
Firma del Concordato entre España y la Santa Sede (1953)
y tras el Concilio:
LAICO, SÍ... PERO LAICO, POR LA GRACIA DE NOS.
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