No, en España ya había una sana libertad religiosa desde mucho tiempo antes, desde la primera redacción del Fuero de los Españoles, aquella que decía (perdón por la repetición):
«La profesión y práctica de la religión católica, que es la del Estado español, gozará de protección oficial. Nadie será molestado por sus creencias religiosas ni el ejercicio privado de su culto. No se practicarán otras ceremonias ni manifestaciones externas que las de la religión católica.»
Fue, precisamente, después de 1967, cuando por imposición vaticana tuvo que modificarse el texto legal sano, para que cupiera la forma insana de una libertad religiosa que ya teníamos. Pero había que introducir la forma insana de "libertad religiosa" emanada por el CVII. Una perversión que España, repito nuevamente, no pudo evitar y hubo de introducir en su ordenamiento jurídico, precisamente por ser un Estado Católico (y por eso, también, he dicho que ojalá no lo hubiera sido por aquél tiempo, o que se hubiera dado una pequeña moratoria de unos añitos hasta que hubiera nacido la FSSPX para preservar la cordura y la tradición católica desde sus magníficas y bellísimas "catacumbas").
La forma en que quedó redactada la fórmula post-conciliar de "libertad" religiosa, es exactamente la misma que aquella sobre la que se asienta la aconfesionalidad actual, solo que aún preocuada por la moralidad y el orden público: «El estado asumirá la protección de la libertad religiosa, que será garantizada por una eficaz tutela jurídica, que, a la vez, salvaguarde la moral y el orden público.»
Adermás, la actual fórmula... la de la Constitución del 78, fue la apoyada en todo momento por la jerarquía católica, y sus fieles empujados desde los púlpitos a votar el SÍ a una concepción falsa y perversa (incluída en la nueva constitución) de una libertad religiosa que ya tenían desde los años 50... pero no lo sabían, entre otras cosas, porque los obispos no se lo contaron (menudos hipócritas malsanos...). Unas mentiras y muchas mas perversiones que venían todas ellas contenidas en el texto pre-constitucional que se sometía a referendum, con el aplauso de los curitas desde sus púlpitos, eso sí.... alentados también por casi toda su jerarquía.
De esta forma, lo ocurrido, como ahora en Liechtenstein... fue la perversión de la recta doctrina católica que ya teníamos desde mucho tiempo antes del Concilio. Una perversión, repito, para que quede grabado a fuego... que nos fué impuesta desde las altas jerarquías de la Iglesia (españolas y romanas), precisamente aprovechándose de la buena fe y la confesionalidad que todavía tenía oficialmente nuestro Estado a finales de los años 70, cuando los curitas y los obispos pedían el SÍ A LA CONSTITUCIÓN juancarlista.
Un saludo
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