¡Bravo por su artículo, don Juan Manuel!. Sigue usted siendo el de siempre. Es un placer leerle...
Un saludo
Injusticia y terrorismo
JUAN MANUEL DE PRADA
Si es punible infligirle un daño al prójimo, ¿cómo no ha de serlo infligírselo a la comunidad?
ESCRIBÍA Castellani: «Los que tienen deber de luchar por la justicia son los jueces y los gobernantes. Desgraciadamente, la época moderna ha transformado a los jueces en máquinas y a los gobernantes en economistas». Reclaman las víctimas del terrorismo justicia; pero, ¿quién podrá dársela? Sospecho que nadie; y esa injusticia no reparada no hará sino abundar la iniquidad, lo que a la larga terminará destruyendo nuestra convivencia. Una injusticia no reparada es un veneno inyectado en la sangre del cuerpo social que acaba llegando a su corazón, gangrenándolo o endureciéndolo sin remedio.
La cruda realidad es que la injusticia infligida a las víctimas no puede ser reparada, por la sencilla razón de que nuestro orden político y jurídico no la reconoce en su naturaleza más profunda; la doctrina Parot, en el fondo, no fue sino el aspaviento vergonzante con el que se trató de maquillar esa cruda realidad (e inevitablemente fue un dislate jurídico, pues una injusticia no reparada sólo se puede tapar con otra injusticia). Pero no quiero hablar aquí de la doctrina Parot, sino de la razón por la que la injusticia infligida a las víctimas no puede ser reparada en las presentes circunstancias. En la antigua Roma existía un crimen contra la patria, llamado perduellio, que era el más grave de todos, después del sacrilegio; bajo tal crimen, que hoy denominaríamos «alta traición», se comprendían todas las maquinaciones y deslealtades contra la patria, todo intento de dañar o destruir la comunidad política. Y los romanos tenían razón en considerar este delito el más grave de todos, pues si es punible infligirle un daño al prójimo, ¿cómo no ha de serlo infligírselo a la comunidad? Este crimen gravísimo del perduellio fue retirado de los códigos y aun de la conciencia colectiva en la fase democrática de la historia, que no sólo dejó de considerarlo punible, sino que lo reputó plenamente legítimo, siempre que no se acompañase de métodos violentos. Esta perversión filosófica y moral, según la cual todas las ideas pueden ser defendidas –incluso las que atentan contra la supervivencia de la comunidad política–, siempre que se defiendan «por vías democráticas», hace inviable cualquier convivencia; y es una aberración jurídica que imposibilita la reparación de la injusticia. Mientras la idea que impulsa al terrorismo etarra no sea considerada en sí misma criminal –y criminal en grado máximo, como hacían los romanos–, el castigo que reciban los asesinatos y violencias terroristas será siempre insuficiente e injusto, porque será siempre un castigo atenuado por la creencia de que la idea que motivó ese crimen es legítima. La cruda realidad es que el terrorista, a los ojos del orden inicuo que no castiga el perduellio, es como el señor que, por proteger a una mujer que está siendo violada, mata a su violador: lo que mueve a ambos al homicidio es un impulso que la ley protege; y por lo tanto tal homicidio ha de ser castigado necesariamente de manera benévola.
La injusticia infligida a las víctimas del terrorismo no podrá ser reparada mientras no se reconozca que toda idea que trata de disolver la comunidad política debe ser considerada gravemente criminal y castigada con las penas más severas. Pero mientras tales ideas sean asimiladas por el «consenso democrático» y quienes las profesan acogidos en las instituciones y sufragados por el erario público no habrá posibilidad alguna de justicia; y, entretanto, se avanzará en el proceso de disolución de la comunidad política, que tal vez sea el propósito secreto que hermana a asimilados y asimiladores. Pero, ¿qué puede esperarse de una época que ha transformado a los jueces en máquinas y a los gobernantes en economistas?
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¡Bravo por su artículo, don Juan Manuel!. Sigue usted siendo el de siempre. Es un placer leerle...
Un saludo
Bueno independientemente del tal perduelio ese de los tiempos de maricastaña, hasta hace cuatro días como quien dice, existió en España una cosa llamada jurisdicción militar para castigar los delitos esos que denuncia el articulista y cuya finalidad era atacar el Estado como tal y bajo cuya jurisdicción caían los delitos de bandidaje y terrorismo con penas siempre gravísimas.La cruda realidad es que el terrorista, a los ojos del orden inicuo que no castiga el perduellio, es como el señor que, por proteger a una mujer que está siendo violada, mata a su violador: lo que mueve a ambos al homicidio es un impulso que la ley protege; y por lo tanto tal homicidio ha de ser castigado necesariamente de manera benévola.
La injusticia infligida a las víctimas del terrorismo no podrá ser reparada mientras no se reconozca que toda idea que trata de disolver la comunidad política debe ser considerada gravemente criminal y castigada con las penas más severas
¿Sabrá eso el sr De Prada o no lo quiere decir o no le dejan?
Por supuesto, la jurisdicción militar antiterrorista se la cargaron al principio de la dichosa Transición. Y no solo eso sino que hasta consideraron un gran logro pasar a considerar al terrorista como un simple delincuente, y que no estuviera protegido con la aureola de "preso político".
Pero como bien repetía por entonces Alvaro D'Ors, el terrorismo no debe ser combatido penalmente como criminalidad sino militarmente como beligerancia. Y así fue (correctamente) mientras en España mandaron los militares...
Pero ya sabemos que estas cosas no se pueden ni recordar ni por periódicos ni articulistas de derechas (si es que aun la nueva generación se ha enterado de que existieron).
Última edición por ALACRAN; 28/10/2013 a las 19:20
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
Lo menciona en este otro artículo.¿Sabrá eso el sr De Prada o no lo quiere decir o no le dejan?
Tras la llegada de la Revolución al poder, no sólo se aplicaba durante las etapas de dictadura militar (Narváez, Primo de Rivera, Franco) sino también en los períodos de gobierno civil de las "monarquías" liberales y las repúblicas (huelga decir que no siempre se utilizaba "correctamente", pues si bien los revolucionarios moderados la utilizaban bien contra los revolucionarios más avanzados -contra milicianos progresistas, anarquistas o etarras-, no pocos cruzados católicos españoles legitimistas caían también, por desgracia, bajo el rigor de los moderados o conservadores, insultándolos como "facciosos" o "traidores").Y así fue (correctamente) mientras en España mandaron los militares...
Parece que esta última etapa juancarlista de la Revolución ha supuesto una vuelta de tuerca más en el intento de llevar las ideas de Cesare Beccaria a sus últimas consecuencias.
Última edición por Martin Ant; 28/10/2013 a las 20:48
Última edición por ALACRAN; 28/10/2013 a las 21:17
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
Bueno. Si bien en el artículo "Antifranquistas" no dice expresamente: "hay que volver a procesar a los etarras por vía de la jurisdicción militar como se hacía antes", eso no quita que lo dé a entender al menos implícitamente. O por lo menos eso es lo que se deduce cuando valora y compara cómo se procedía con los etarras antes y después de establecerse el actual sistema jurídico.Ah pues es verdad que la conoce pero ni la añora ni la exige: esa es la diferencia con Alvaro D'Ors , y vaya varapalo que da a los antifranquistas.
Como ya he dicho antes, el artículo del sr. de Prada me ha parecido muy bueno. Y tampoco se de dónde se puede hacer la derivada de que este señor es un articulista 'de derechas' u olvidadizo. Si este señor fuera un articulista 'de derechas' a mi no me gustarían sus artículos. Y uno no está tan gagá como para no darse cuenta...
Leamos el texto de este otro artículo que ahora se comenta:
¿Dónde están esos olvidos?. Perdona ALACRAN pero hoy en día no se puede leer en la prensa escrita, ni escucharse en ninguna radio o TV alguna, unas palabras parecidas a las que este señor se atreve a pronunciar. Quizás no sea Alvaro D'Ors, pero su estilo algo macarrilla e irónico ni me parece de derechas... y ni mucho menos pienso que de su lectura se pueda argumentar que no se descubra en él la añoranza por los días en los que Franco se atrevía a pasarse por el forro del escroto hasta las peticiones de clemencia que plañía el mismísimo papa de Roma. Yo mismo recordé en otro hilo aquellas cinco ejecuciones del 75 que tanto jaleo armaron. Es que este es el estilo peculiar del señor de Prada. Un estilo en el que yo veo una sana mezcla de cinismo e ironía, unido a un santísimo interés por tocarles los pelendengues a la chusma de 'cucos' y 'bandarras' que actualmente nos gobierna."Tengo entendido que a los etarras, mucho más –¡infinitamente más!– que el Código de Justicia Militar que les aplicaba Franco, les gustó la ley de amnistía del 77, que sacó de la cárcel a muchos de sus asesinos múltiples, para que pudieran seguir matando; y las posteriores y muy buenistas reformas del Código Penal, que hicieron necesario un chapucerísimo dislate jurídico como la doctrina Parot. Por cierto, que cuando el código de justicia militar se aplicaba a los etarras, a Franco le vinieron de Roma con peticiones de clemencia, como ahora le vienen a Rajoy de Estrasburgo; y Franco se pasó las peticiones por el forro del escroto, aunque era de comunión diaria. Pero se ve que la religión de Estrasburgo, mucho más rigurosa, exige comulgar con ruedas de molino, o que el forro de los escrotos es hoy menos correoso. O será que la posmodernidad exige a los gobernantes, como a los pueblos, que sean más cucos y bandarras"
'Antifranquistas' (Juan Manuel de Prada)
A mi lo que me continúa asombrando es que dejen a este señor continuar escribiendo estas cosas en la prensa, con lo democrática y lo políticamente correcta que pretende ser siempre ella...
Un saludo
Última edición por jasarhez; 28/10/2013 a las 23:25
Toda su disgresión teórica sobre el "perduelio" de la época romana sobraría si él hubiera hablado de las razones de la jurisdicción militar en defensa de la comunidad política atacada por el terrorismo (sólo comentarlas, ¡¡no ya exigirlas!!), ya que en el fondo es de lo que se trata.
Pero, efectivamente, hay otro problema añadido: la falta de libertad de expresión en España sobre estos temas. El temor a procesamientos judiciales o linchamientos mediáticos viene conllevando desde hace décadas la auto-censura en todo periodista o escritor disconforme con el sistema.
Última edición por ALACRAN; 29/10/2013 a las 00:07
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
Sinceramente, muchas veces me pregunto por cuánto tiempo nos dejarán leer en la prensa escrita cosas como éstas. Al igual que también me he preguntado cuánto duraría un programa como 'Lágrimas en la Lluvia'. He perdido casi toda esperanza de poder disfrutar de una cuarta temporada, dadas las fechas en que estamos. Pero incluso me ha parecido casi un milagro que durante tres temporadas seguidas hayamos podido ver a personas tan brillantes como don Miguel Ayuso tantísimos domingos seguidos en las pantallas televisivas. Es algo que, por mucho que le busco explicaciones, aún no logro comprenderlo. Cualquier día llega un orden de vaya usted a saber dónde, y nos dejan incluso sin los habituales artículos que, en el diario ABC, acostumbra a regalarnos regulamente este escritor tan disconforme con el sistema. Una cosa sí que voy teniendo clara... a éste no van a poder 'domesticarle' de la misma manera en que parece ser que lograron 'amansar' a otros que antaño fueron radiantes estrellas de la radio madrileña. ¡Cuánto se añora hoy en día todavía a la vieja Radio Intercontinental, antes de que fuera fagocitada por Intereconomía!. Cada vez nos van quedando menos trincheras. La censura del sistema es implacable.
Pues, desgraciadamente, no soy Prada, ni siquiera amigo suyo en el sentido estricto de la palabra, aunque tengo la suerte de verlo muy a menudo, pues vive en mi misma calle. Me parece asqueroso que a una persona tan valiente lo acusen de cobardía quienes se amparan en el anonimato de un foro.... ¡TRADICIONALISTA!. Yo he presenciado cómo a Juan Manuel de Prada lo insultaban en el metro los progres, y ya sólo me falta ver que en un foro como este se metan con él. Ese artículo, además, es una bomba de relojería, lleno de ironía y una valentía inusitada, pues por si no os habéis dado cuenta, es una burla llena de sarcasmo de la Esperancita Aguirre, que es colaboradora asidua del ABC, a la . Como dice Jasarhez, es un milagro que alguien así todavía siga escribiendo en los medios nacionales.
Respecto a Lágrimas en la lluvia, Jasarhez, no estés tan desanimado. Yo le he preguntado a Juan Manuel de Prada y me ha dicho que está luchando para sacarlo adelante, con muchas dificultades, pero luchando.
Hay artículos de Prada en este foro desde hace años, de cuando no eran tan buenos, y se decía, y cuando han empezado a ser muy buenos, y se ha dicho también. Creo que la opinión general del foro sobre Prada la conoce bien que lo siga desde hace tiempo, y es más que buena, es excelente, sobre todo de un tiempo a esta parte.
Pero no creo que eso impida que cada uno puede tener una opinión mejor o peor sobre un artículo dado, tampoco nos vamos a llevar las manos a la cabeza por eso.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Cierto, Lewis: en este foro por regla general admiramos a Prada y valoramos la valentía que viene demostrando en los últimos años. Posiblemente es el foro donde mejor se tiene considerado a Prada. A mí me parece que Prada es el único columnista que merece la pena en la prensa escrita, y creo que ese pensamiento comparten bastantes foreros.
Por otra parte, creo que la crítica de ALACRAN no es justa. Pero de todo tiene que haber en la viña del Señor. Las cosas nos impactan de diferente manera en función de múltiples variables personales. A mí, por ejemplo, no me gustó un reciente artículo de Prada en el que hablaba sobre el papa Francisco, pero a otros foreros les encantó.
«Eso de Alemania no solamente no es fascismo sino que es antifascismo; es la contrafigura del fascismo. El hitlerismo es la última consecuencia de la democracia. Una expresión turbulenta del romanticismo alemán; en cambio, Mussolini es el clasicismo, con sus jerarquías, sus escuelas y, por encima de todo, la razón.»
José Antonio, Diario La Rambla, 13 de agosto de 1934.
Llamo la atención al moderador contra este deslenguado, que no interviene en un foro de debate para debatir sino solo para descalificar a los que estén (puntualmente) en desacuerdo con su ídolo.
Oiga usted: si lo que pretende es acoquinar a los que debatimos y criticamos libremente según nuestra recta opinión ya le digo que lo que va a conseguir es reafirmarnos más en nuestra óptica.
Que en un país de ciegos como éste el sr de Prada sea un tuerto , a mí no me sirve de consuelo para nada. Si a Vd sí y a algunos sí, muy bien, pues sígale leyendo en el ABC en Intereconomía o donde sea, medios a los que yo ni toco ni me acerco del "asco" que me dan.
El sr De Prada vive de lo que escribe y le pagan por ello. Y ello conlleva soportar críticas, vengan de donde vengan, ese es el precio. Y si no que sea un "anónimo de los foros". El día que a los "anómimos del foro" también cobremos y seamos famosos recibiremos las críticas encantados.
Será que yo soy de una generación que en la Transición no paraba de oír apelaciones a golpes de Estado, a exigencias de juicios sumarísimos etc etc, y que décadas después contempla el aplauso a un periodista que habla de no sé qué "perduelio" de los romanos y ya recibe aclamaciones de valentía...
Pues lo dicho, seguiremos viéndonos cuando venga al caso algo de tu ídolo.
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
A J.M. de Prada hay que elogiar cuando quepa (y suele merecerlo) pero a nadie hay que endiosar. Cuando un articulista es continuadamente consensual, mismo dentro de un espectro político limitado, es porque no escribe nada de afirmativo o contra lo instituido, reduciéndose a bogar las olas de la moda; ya no es un articulista pero sí un apoderado. Las críticas constructivas que le vengan a de Prada del campo tradicionalista le confieren autonomía y exención ante el público en general, dándole libertad para expresar abiertamente sus opiniones sobre todos los temas. Eso es lo más importante que hay que preservar a de Prada: su libertad y su protagonismo en los medios.
Otro asunto: como funcionaba eso del estatuto de beligerantes concedido a los terroristas en tiempos del franquismo? Se eran beligerantes y no criminales, no se les reconocía por ello y forma implícita los derechos de combatientes (y prisioneros de guerra) protegidos por la convención de Ginebra? No se les reconocía a sus territorios de origen, también de forma implícita, el estatuto de regiones en conflicto? Lo pregunto porque en Portugal y por aquél tiempo, el gobierno del Prof. Salazar siempre se ha recusado en reconocer tal estatuto a los guerrilleros independentistas de Angola, Mozambique y Guinea, precisamente para que, cuando capturados, tuvieran trato de criminales y no de soldados enemigos - lo que, también, dejaba los soldados portugueses en muy mala situación cuando caían en manos del enemigo. Además, mismo en la Metrópoli, la jurisdicción aplicable a terroristas o opositores políticos - muy cruel y injusta por cierto, uno no podía siquiera decir en público que pasaba hambre, no es coña era así - era estrictamente civil y aplicada por todas las fuerzas policiales y paramilitares, coordinadas por la temible policía política PIDE - Polícia Internacional de Defesa do Estado, que también actuaba en las colonias.
Estimado amigo, los terroristas no son combatientes o beligerantes, son eso, terroristas:
Derecho Internacional Humanitario
Estatuto de combatiente y de prisionero de guerra
Espero que estos enlaces sirvan como orientación.
Un abrazo en Xto.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Pues me ha entendido Vd mal. Los terroristas son nada más que terroristas.Mis preguntas resultan del entendimiento que hice - no sé si equivocadamente - de este mensaje del Sr. Alacrán:
Intentaré explicarlo mejor.
La clasificación de los delitos siempre lo fue (la que haya ahora no nos interesa) atendiendo al bien jurídico protegido. A los efectos que nos interesan hay dos tipos:
-los delitos 'normales' que atacan bienes jurídicos de los particulares (y que indirectamente afectan a toda la comunidad): es simple criminalidad y por tanto debe ser juzgada por tribunales penales normales;
- y los delitos que van directamente contra toda la comunidad (aunque indirectamente el delito recaiga en un bien particular); en estos están los delitos de terrorismo que, por dirigirse a la integridad y seguridad del Estado, deben ser juzgados conforme a la jurisdicción militar (por ser la integridad y seguridad del Estado el fin de la institución militar). Y de ahí la expresión "beligerancia", porque todo acto terrorista es un acto de guerra contra el Estado, que se defiende de ella con el Ejército.
Si el acto terrorista se cometía durante la vigencia de un estado de excepción y por tanto bajo potestades excepcionales dadas al Ejército, éste aplicaba las penas correspondientes al delito terrorista en un grado más alto, con urgencia y sin capacidad de recurrir, lo que se conocía como juicios sumarísimos.
La subversión vigente en la actual Antiespaña desde hace casi cuarenta años eliminó todo vestigio de justicia y orden, y borró además la fundamentación jurídica de la lucha contra el terrorismo y su carácter de delito gravísimo en sí mismo independientemente de las víctimas que produzca, y que lo son siempre indirectamente pues el fin que el terrorista busca es ajeno a ellas.
Las "víctimas del terrorismo" vienen siendo realmente víctimas de un Estado-cambalache mangoneado por amigos de los amigos de los amigos de los terroristas. El terrorista, desde entonces podemos decir que son dos ETA y el Estado Español (o mejor el anti-Estado español).
Última edición por ALACRAN; 29/10/2013 a las 21:23
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
Muchas gracias por la aclaración Sr. Alacrán.
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