Efectivamente, Andrade, se nos encoge el corazón y la rabia nos calienta las venas. Mercedes Galdón Arsuaga es una asesina cruel y despiadada que salió de prisión en septiembre del 2005. No olvido su pelo teñido de rubio oxigenado, los abrazos, vítores y aplausos que recibió. El relato de sus hazañas repugna, clama justicia y despierta nuestros peores instintos. Quiero, desde este foro, poner mi granito de arena para con tantos caídos, incluídos niños, que ella dió a nuestra Patria.
Quiero hablaros de Juan Atarés Peña, general de la III Zona de la Guardia Civil, a quien ella descerrajó 2 tiros para rematarlo cuando yacía en el suelo herido de muerte. Atarés, ya retirado, paseaba a su perro por un parque de Pamplona, no llevaba escolta, no temía a su enemigo pues sabía que si caía, sería por haber sido un valiente, no un sumiso militar sino un hombre de honor.
Atarés amaba su Patria más que a su vida. Por ella luchó y murió. Intentó todo por plantar cara a un sistema traidor, a un ejército amansado. No le importó enfrentarse al ministro de Defensa Gutiérrez Mellado cuando en una reunión de militares en Cartagena le escuchó ensalzar los parabienes de la democracia y la Constitución. Del corazón le salieron los insultos de "traidor", "inepto", "masón"... y no calló hasta que lo expulsaron, arrestado, del recinto.
El estado apuntó y ETA disparó.
Honor y gloria a nuestros caídos. Ni olvido ni perdón.
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