Tema: La secta herética del Palmar de Troya en vías de disolución

Iniciado por César Ignacio

Para ser la página oficial de la Unión Sacerdotal Marcel Lefebvre resulta curioso que en la edición en español sólo hay un artículo que fue publicado en 2016 mientras que en cambio en el blog Non Possumus haya un artículo mensual, imagino que los comentarios vertidos en pos del sedevacantismo (algunos titulares son del propio Monseñor Williamson) y otras vertidas por el autor del blog que deduzco que es Monseñor Williamson deben ser completamente titulares desconocidos, porque imagino que Monseñor Williamson no tendrá ni la menor idea de lo que se publica en el blog en el que el publica semanalmente.

¿El por qué habla usted de «papolatría»? ¿Lo dice por las encíclicas que condenan el nazismo así como el fascismo? ¿O lo dice por la afirmación de qué el sedevacantismo (sea sedeprivacionismo o no) desemboca en herejías?

Aclarar que los lefebvrianos no son cismáticos, pues siguen siendo católicos y siguen el Magisterio Infalible de la Iglesia hasta Pío XII, Juan XVIII o Pablo VI pero los lefebvristas tienen un espíritu cismático, pues practican los ritos como si el Concilio Vaticano II no hubiese existido, pero en el canon de la Misa sí dicen el «una cum Franciscus», reconociendo en Francisco la autoridad de la Iglesia Católica, pero cuando el Papa dice alguna «herejía» (normalmente una declaración ambigua) o algo que no les gusta, se hacen los distraídos mirando para otro lado o tratando de justificar lo que dijo.

Reconocer a Francisco como Papa de la Iglesia es reconocerlo como autoridad infalible (esto es que no se puede equivocar en materia de fe, moral y costumbres universales). Pero cuando se manda alguna declaración ambigua o que les disgusta se hacen los distraídos y mandan a sus fieles a desobedecer al Papa. Menuda actitud cismática.

Mira bien, en la sección en castellano de la página salen todos los números anteriores:

https://stmarcelinitiative.com/eleis...arios-eleison/

El tema de las encíclicas es algo más que tratado, en éstas no se condena al fascismo ni al nacionalsocialismo como tales sino las desviaciones doctrinales que sufren (y es que en Non Abbiamo Bisogno apenas se menciona una vez al fascismo, y en Mit Brennender Sorge al nacionalsocialismo ni se le menta). A la hora de condenar algo o sentar cátedra, un papa no debería tener problemas en hacerlo firmemente (por ejemplo en Divini Redemptoris el comunismo sí es mencionado bastantes veces y condenado explícitamente). Quizás por ello las críticas a la ambigüedad de Francisco (quien dice Francisco dice cualquier papa posconciliar). Y es que con Cristo no caben ambigüedades: o con Él o contra Él. Por cierto, ya explicarás como concilias el ser seguidor del «fascista» Ramiro Ledesma como explicaste en tu presentación con esas afirmaciones de que el fascismo está condenado por la Iglesia (a no ser que no seas católico y te dé igual). Y es que Ramiro tenía una cita dando vivas a la Unión Soviética, además de la Italia fascista y la Alemania nacionalsocialista. ¿Era entonces Ramiro, según tu lógica, un bolchevique?

Es un error el encasillar el sedeprivacionismo como un tipo de sedevacantismo, tú mismo has afirmado que los lefebvrianos (que tal cosa no existe, son los mismos católicos romanos de estos últimos 2000 años) son leales al Papa. Pero sería irresponsable una lealtad ciega sin criticar sus errores (si no acabamos como los Legionarios de Cristo, celebrando la misa en bañador si así lo ordena el Papa), y esto no lo digo yo, sino grandes santos y beatos de la Iglesia:

«Un Papa no es infalible en sus leyes, ni en sus mandamientos, ni en sus actos de gobierno, ni en su administración, ni en su conducta pública ¿fue infalible San Pedro en Antioquía cuando San Pablo se le resistió? ¿San Víctor fue infalible cuando excluyó de su comunión a las Iglesias de Asia? ¿O Liberio cuando excomulgó a Atanasio? Ningún católico pretendía jamás que estos papas fueran infalibles al obrar así»

Beato John Henry Newman

«Así como es lícito resistir al Pontífice que ataca el cuerpo, es también lícito resistir al Papa que ataca a las almas o que perturba el orden civil, y a fortiori, al Papa que intenta destruir la Iglesia. Yo digo que es lícito resistirle no haciendo lo que él ordena impidiendo la ejecución de su voluntad. No es, sin embargo, admisible juzgarle, sancionarlo o destituirle»

San Roberto Bellarmino, De Romano Pontifice, tomo I, libro II, capítulo 23

¿Eran ellos también cismáticos entonces?

Saludos en Xto.