En una de mis escenas favoritas de La Traviata, el viejo Germont, frente a su hijo y ante los asistentes a una fiesta, pronuncia las duras palabras “dove é il mio figlio, io non lo vedo”, manifestando así su rechazo frente a quien “la donna offende”, como acaba de hacer su vástago Alfredo arrojando públicamente billetes a la cara de Violetta como “pago” por su amor.
No reconozco a una tierra antaño abierta y acogedora, y hoy cerrada y huraña.
No reconozco a mi país, antes industrial y ambicioso, en este paraíso de burócratas, funcionarios y políticos.
No reconozco a la Cataluña que simbolizaban Cambó, Tarradellas, Plà, D’Ors, en esta caterva de ambiciosos advenedizos sin escrúpulos ni formación que nos gobierna.
No reconozco a la cosmopolita Barcelona en esta capital de “nacioncilla rabiosa” (en feliz expresión de Vidal Quadras) en la que la discrepancia está proscrita.
No reconozco a la afrancesada Cataluña abierta a Europa en este país opresivo, capaz de controlar el idioma en que hablan los niños en el recreo o los enfermos en el hospital.
No reconozco a la Cataluña cuna de artistas de renombre internacional en este vivero de supuestos creadores apesebrados cuyo éxito se mide por el importe de las subvenciones recibidas.
No reconozco a la sociedad catalana, antes reservada y respetuosa de la intimidad, en esta colectividad sectaria y delatora que nos pretenden imponer.
No reconozco a la Cataluña generosa y rica en esta cuadrilla de mezquinos\n negociadores que regatean su solidaridad al resto de España.
No reconozco a la Cataluña orgullosa y segura de sí misma en esta ceremonia de eterna reivindicación victimista, de eterno lloriqueo enrabietado.
No reconozco a la afrancesada Cataluña abierta a Europa en este país opresivo, capaz de controlar el idioma en que hablan los niños en el recreo o los enfermos en el hospital.
No reconozco a la Cataluña cuna de artistas de renombre internacional en este vivero de supuestos creadores apesebrados cuyo éxito se mide por el importe de las subvenciones recibidas.
No reconozco a la sociedad catalana, antes reservada y respetuosa de la intimidad, en esta colectividad sectaria y delatora que nos pretenden imponer.
No reconozco a la Cataluña generosa y rica en esta cuadrilla de mezquinos negociadores que regatean su solidaridad al resto de España.
No reconozco a la Cataluña orgullosa y segura de sí misma en esta ceremonia de eterna reivindicación victimista, de eterno lloriqueo enrabietado.
No reconozco a la Cataluña que tiene uno de los parlamentos más antiguos del mundo en esta sociedad opaca en que la sospecha de corrupción planea por doquier y la libertad de expresión está amenazada.
No reconozco a la Cataluña plural en este país que no tiene una sola publicación que no proclame la idea nacionalista, y que tolera las agresiones más o menos violentas a los discrepantes.
No reconozco a la Cataluña ahorradora y buena administradora en este país regido por una administración despilfarradora y devota del déficit público.
Dicho lo cual, pueden pasar dos cosas: que realmente todo esto no sea Cataluña, sino la Catañufla creada artificialmente por los separatistas, o que ésa sea la verdadera Cataluña, en cuyo caso quien no se puede reconocer como catalán soy yo
No reconozco a la Cataluña que tiene uno de los parlamentos más antiguos del mundo en esta sociedad opaca en que la sospecha de corrupción planea por doquier y la libertad de expresión está amenazada.
No reconozco a la Cataluña plural en este país que no tiene una sola publicación que no proclame la idea nacionalista, y que tolera las agresiones más o menos violentas a los discrepantes.
No reconozco a la Cataluña ahorradora y buena administradora en este país regido por una administración despilfarradora y devota del déficit público.
Dicho lo cual, pueden pasar dos cosas: que realmente todo esto no sea Cataluña, sino la Catañufla creada artificialmente por los separatistas, o que ésa sea la verdadera Cataluña, en cuyo caso quien no se puede reconocer como catalán soy yo
http://abrelosojos2006.blogspot.com/
A mi particularmente no me gusta ninguna de las Cataluñas que describe; no pienso que ser afrancesado sea blasón de honor para nadie. A mi lo que me importa es que por culpa de los separatistas catalanistas, por los inventores de la realidad nacional andaluza, por nosotros mismos que no hemos sabido defender las Españas del peligro que les atenaza; presuntamente no podre sentir como propia la gesta de los Almogavares, no me emocionaré con el drama de las Visperas Sicilianas que dió un reino a la corona de Aragón; me dirán que miento cuando subraye que las tropas vizcaínas del Gran Capitan estuvieron a punto de dañar la integridad de su Señor, Fernando el Católico, ante las avalanchas de fervor que los soldados propinaron a su Majestad; Se reirán cuando hable de la cruzada que derrotó a los Almohades en las Navas de Tolosa, con la participación de casi todos los reyes de las Españas; encubrirán con un manto de silencio el titulo que se otorgaba el Conquistador monarca Jaime, rey de Hispania; Pizarro, Hernan Cortés no serán mis compatriotas, serán historia de otra realidad nacional distinta.. España como dice el coforero Juan del Aguila no tiene futuro, y lo patetico es que tampoco tendrá pasado. Al fin nuestros enemigos habrán vencido España no existe en ningún punto del espacio-tiempo.
Un saludo en Xto Rey
Por Dios , La Patria, Los Fueros, y el Rey Legitimo
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