Sindicatos y colegios denuncian la llegada masiva de profesionales de países del Este que ignoran hasta los nombres comerciales de los medicamentos - El 30 por ciento de los facultativos colegiados en Barcelona en 2005 son de otro país
Madrid- Sólo en Barcelona, el 30 por ciento de los médicos colegiados el año pasado fueron extranjeros. En Madrid, la situación es parecida. En Canarias, un acuerdo con el Gobierno cubano provoca que, desde hace años, decenas de facultativos de ese país trabajen en la isla. La situación no es nueva: en España, hay más plazas de médicos de ciertas especialidades, como Anestesiología, que no se cubren con los profesionales de nuestro país. Sin embargo, hasta ahora la mayoría de los galenos provenían de Iberoamérica y, muchos de ellos acudían a trabajar a la Sanidad privada.
En los últimos años, sin embargo, se han multiplicado las contrataciones de facultativos de países del Este para trabajar en hospitales públicos. Los colegios y sindicatos denuncian que las Administraciones no les realizan una prueba de nivel de castellano, por lo que ya se han producido situaciones «que pueden perjudicar la asistencia».
Cualificación. «Nadie está en contra de que vengan a trabajar a España médicos extranjeros, porque hacen falta, ante la ausencia de planificación de la Administración. Pero exigimos que se evalúe su cualificación». Así lo explica Carlos Amaya, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). Las cifras le dan la razón. Cada año salen en España 4.300 nuevos licenciados en Medicina y, a la vez, el Estado oferta 5.500 plazas MIR. Así que, aunque de los 190.000 facultativos colegiados en España nadie sabe cuántos proceden de otros países, está claro que son varios miles. Más, si se tiene en cuenta que sólo en la ciudad de Barcelona 340 se colegiaron en el año 2005.
El presidente de la Organización Médica Colegial, la entidad que agrupa a todos los colegios de médicos, Isacio Siguero, explica que «queremos hacer un registro de los médicos extranjeros que trabajan en España. Ya hemos pedido un listado a todos los colegios provinciales». Se trata de una medida más para controlar la cualificación de los facultativos. Porque tanto Amaya como Siguero dudan de que las Administraciones autonómicas (que son las que contratan) realicen, en la actualidad, los controles adecuados. Es cierto que los profesionales están obligados a convalidar los títulos obtenidos en sus países de origen, pero nada más. Otros estados, en cambio, exigen también una prueba de nivel del idioma. «Cuando fui a trabajar a Francia lo primero que tuve que hacer fue un examen de francés», explica Amaya, que es Neurocirujano.
El idioma es uno de los factores que más preocupan a los sindicatos. «El problema es que hasta ahora venían especialmente de países Iberoamericanos, donde el idioma oficial es el castellano, pero cada vez más vienen de países como Moldavia, Armenia o Egipto», dice el presidente del Sindicato de Médicos de Cataluña, Albert Tomás.
También llegan de Polonia y de otros países del Este de Europa. Pero el desconocimiento del castellano no es la única preocupación de los médicos: «Nos comentan situaciones en las que hay dificultades de comunicación con el paciente, pero no sólo eso, es que también desconocen, en ocasiones, la farmacopea», señala Amaya. Esto quiere decir que algunos de los facultativos extranjeros no conocen el nombre comercial que tienen los medicamentos en España y por el que se les llama de modo habitual, con lo que les es difícil recetar un fármaco a los enfermos. «He oído historias de médicos que vienen de fuera y que envían a sus pacientes al herbolario en lugar de a la farmacia», comenta.
Responsabilidad. Su compañero de sindicato y coautor del estudio «Demografía Médica en España. Mirando al Futuro», Miguel Ángel García Pérez, asegura que «si es cierto que esto está ocurriendo, resulta muy grave y la responsabilidad no sólo es del facultativo, sino también de quien contrata». Aún así, admite que a quien contrata, que son las comunidades autónomas, «no les queda más remedio». De acuerdo con datos de esta central sindical y de los colegios de médicos, más de 5.000 facultativos españoles trabajan, en la actualidad, más allá de nuestras fronteras.
Y la cifra aumenta, puesto que alrededor de 900 emigran cada año. No se van muy lejos. La mayoría opta por Portugal: 1.874, sin contar a los facultativos que viven en localidades cercanas a la frontera y que se desplazan para trabajar al país vecino. En total, son unos 3.000 los médicos españoles que trabajan en hospitales lusos. También hay una importante colonia de médicos españoles en el Reino Unido, 1.047, de acuerdo con los datos de CESM. De los demás, la mayoría opta por otros países de la Unión Europea.
«Prestigio social». «No estamos satisfechos de que los españoles tengan que marcharse y haya que reclutar a médicos cuya formación probablemente es inferior, pero no queda otro remedio», comenta Siguero. «En los países donde trabajan encuentran no sólo mejores condiciones laborales, sino un mayor reconocimiento», comenta. Aparte de que los sueldos de los facultativos en España estén a la cola de la antigua UE de los Quince, el «prestigio social» del que gozan en otros países no lo encuentran en el nuestro.
Sin embargo, las Administraciones no sólo contratan a médicos extranjeros para cubrir las vacantes de los que emigran. Algunas autonomías, como Andalucía, forzaron el año pasado la jubilación de médicos y, a la vez, contrataron facultativos polacos. En concreto, la comunidad andaluza jubiló el año pasado a 450 médicos y recurrió a los países del Este, igual que Extremadura, que acaba de incorporar a medio centenar de facultativos polacos.
Rosa Serrano
www.larazon.es
Última edición por Arnau Jara; 16/07/2006 a las 16:25
Vita hominis brevis:ideo honesta mors est immortalitas
Que no me abandone la Fe,cuando toque a bayoneta,que en tres días sitiamos Madridy en otros quince la capital, Lisboa.
Sic Semper Tyrannis
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