Re: Retiran con nocturnidad la estatua de Franco
Si amigos, Franco se equivocó y os puedo asegurar, os puedo afirmar, que se dió cuenta de ello, que lo supo ya un tiempo antes de caer enfermo y fallecer. Y esto que os estoy diciendo lo sé de fuente muy directa, directísima, pero cuya persona y circunstancias, no deseo mencionar aquí en público. Lo supo, lo dijo en círculos íntimos y afirmó que no podía hacer ya nada para cambiar el destino que esperaba a España.
En lo personal Franco fue un militar profundamente católico y sin otras ideas que las de servir a España como buenamente supo. Por otro lado, uno de los mayores errores de la gente, sean del color que sean, es creer que este país se dividía en dos: Franco por un lado y el resto de España por otro.
¡Pues no! Franco no se enteraba ni de la misa la mitad, ¿o es que hay alguien de tan escaso seso que lo considere poseído del don de la ubicuidad y la clarividencia? Así que "el resto verdadero, el otro lado", los mismos traidores y los mismos cobardes de entonces son los traidores y cobardes de ahora. Los mismos tiranos de entonces, son los tiranos de ahora. En los "años 40" nada más terminar la guerra, la organización conocida como F.E.T. y de Las JONS se llenó de rojos "reconvertidos", del mismo modo que hoy la organización PSOE es la actual sede de "los hijos del Movimiento". ¿Los liberales? se cargaron a Alfonso XIII, liberal como ellos, se enfrentaron a los rojos de entonces, esperaron a que pasara la etapa más dura del Régimen, se infiltraron intensivamente durante los últimos diez años del mismo bajo la doble capa de la tecnocracia y el Opus, y nos trajeron el cambio, que no el cambiazo, porque "todo estaba preparado y bien preparado". Mientras tanto, la gente sigue estando igual de idiotizada hoy que entonces.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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