Gothico, te contaré una historia personal real, que me paso hace unos años cuando ocupaba un puesto de responsabilidad en una empresa situada en la comarca vizcaina de Busturialdea de donde soy originario (vamos un RH- puro de los de Arzallus).
Recibí una llamada de un cliente de Madrid diciendo que no nos iba a comprar más nuestros productos, porque éramos unos separatistas antiespañoles y que había leido que más del 90% del pueblo donde se ubicaba la empresa había votado por fuerzas nacionalistas.
Bien, no pude darle en aquella ocasión una respuesta que le satisficiera y me limité a darle una respuesta cortés. Pero desde la experiencia te digo que tiene mucho valor defender la idea de España desde donde ésta se cuestiona que desde donde ésta es la corriente común de pensamiento.
Hay miles de personas en la Vizcaya y Guipúzcoa profundas, nietos de personas que sólo hablaban euskera, que defienden en silencio su españolidad y que ven como hijos de inmigrantes gallegos, extremeños, leoneses y castellanos fundamentalmente, corean consignas antiespañolas y proetarras, generan violencia callejera, intimidación y mucho silencio...y con esto no quiero decir que no haya miles de vascos, no descendientes de inmigrantes, que sean nacionalistas y además violentos (que enanos mentales hay en todas partes).
Si tienes apellidos diferentes, una lengua diferente, costumbres diferentes y hasta un aspecto diferente, es lógico que tiendas a considerarte diferente, sobre todo si hay grupos que sólo se encargan de resaltar esas diferencias.
Una España fuerte se construye ante todo reconociendo nuestra pluralidad y desde luego también resaltando lo muchísimo que nos une.
Una lectura de españoles buenos y españoles malos (residentes en territorios con nacionalismos periféricos) es pérfida y sumamente perjudicial para la causa Hispánica.
Soy profundamente español, me siento bien en cualquier rincón de mi país, pero estoy seguro que si le piden a un pastor asturiano que describa España, su descripción no coincidirá en nada con la de un pastor almeriense y sin embargo, los dos tendrían razón sobre España.
Siempre beberé Cava, por ser un buen producto, por ser catalán y por tanto español.
Y por último, si te digo la verdad, y esto ya es una apreciación muy personal, cada vez que oigo a hablar a alguien con la boca muy grande de España, tiendo a mirar que coche conduce, qué tipo de productos consume en base a su procedencia,... y siempre resulta que cuanto más patriotero, más importador. Amar a España empieza por consumir español. El más efectivo de los nacionalismos, el único en el que creo fervientemente, es el nacionalismo económico.
Consumir lo que producen mis compatriotas!!!!!! Generar riqueza y bienestar entre los mios!!!!
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