La memória histórica del señor Zpatera y los neostalinistas de IU, finaliza más o menos, por el 20-N.
Los asesinados, mutilados, huerfános por el odio sabiniano no merecen el calor y el respaldo de los políticos profesionales. Eso sí, los desaparecidos de Chile y Argentina despiertan más simpatía entre la izquierda europeista que los guardias civiles asesinados por ETA-HB y PNV.
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