Memoria histórica: el franquismo de Polanco

El editor cántabro acusa al PP de franquista, pero fue el franquismo quien le hizo rico

Ahora que el Gobierno quiere resucitar la 'memoria histórica' conviene echar mano de los baúles de los recuerdos para encontrar algunas instantáneas que harán enrojecer a más de uno. Por ejemplo, esta. Les cuento. Corría mayo de 1972. Entonces se celebraba en París el Congreso Internacional de Editores. Y ahí estaba ¡tachán! don Jesús de Polanco, rodeado de la 'biutuful' de la época, por supuesto, todos franquistas.
Hagamos un repaso. En primer término a mano izquierda se encuentra el editor cántabro, mucho más joven que ahora, por supuesto. Han pasado 35 años de nada. A continuación le sigue Jaime Murillo Rubiera, entonces Jefe de Estudios Políticos, el embrión del actual Instituto de Estudios Constitucionales. A su derecha se ubica una hija de Fraga casada con Robles Piquer, entonces recientemente nombrado ministro de Educación. ¡Qué casualidad! Para que no se escapara nada al libre albedrío, Robles Piquer era también asesor jurídico de la Editorial Santillana, propiedad del otro señor que se encuentra en la mesa.

Como es sabido, Santillana y Polanco fueron socios y dieron su primer gran pelotazo con la información confidencial de los contenidos de las asignaturas. Ese año, todos los niños estudiaron con Polanco. ¡Dale a la manivela niño! Una pasta. Después siguieron engordando el negocio con las exportaciones a Chile y Argentina. Minucias.
Pues bien, este es el señor que se permite llamar franquistas a los militantes del PP. Precisamente él que cobijó sus negocios bajo las faldas del régimen anterior. ¡Qué vergüenza!. Y por cierto, ¿qué pasaría si las familias españolas empezaran a desempolvar sus viejos trasteros en busca de imágenes de 'memoria histórica' como esta? Por aquello de la "extensión de derechos", digo.

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