Que a mí el PP no me guste, que la Presidenta de la Comunidad de Madrid no sea "santa de mi devoción política", no me impide comprender la situación angustiosa y extremadamente peligrosa en la que se vió envuelta en su viaje a Bombay, por la cual "fue sacada" por los servicios de seguridad que llevase y sin que ella, seguramente, no pudiera hacer nada salvo eso, obedecerlos.

Pero los voceros de la miseria moral, de la iniquidad mental, menesterosos intelectuales que tanto parasitan España, no podían encontrar mejor motivo para soltar los gritos desaforados de turno. Y el campeón, el líder, el conductor de masas, no podía ser otro que "El Pepiño". La catadura de este fulano ha terminado de quedar al descubierto con sus soflamas ante los suyos, pues le faltan las pelotas suficientes para soltar sus diatribas en foros públicos y expuesto al "fuego graneado dialéctico del enemigo", siempre suelta sus babosadas entre los suyos que ríen sus mentecateces de patán ignorante absoluto, es decir, lo que es manifiesto y "vox populi".

Según este menesteroso individuo, Esperanza Aguirre tenía que haberse quedado allí, no haber abandonado a los empresarios, los cuales, todo sea dicho, no hacen sino negar tal situación y basta con escucharlos en los mass-media. Claro que la respuesta para este mugroso es ésta: ¿Y tú qué hubieras hecho, ¡¡¡ Rambo !!!? ¿ Enfrentarte a los terroristas? Yo te lo voy a decir, yo te digo que te hubieses metido debajo de la cama, ¡¡¡ cagón!!!

Haz algo útil en tu vida, dimite de tu carguete dentro del PSOE, que hasta para ellos eres una lacra, trabaja, olvídanos a todos, labora para que te olvidemos y no veas tantas veces "Jungla de Cristal".

Mientras en Thailandia, nuestros compatriotas corean en el aeropuerto de Bangkok "Sarkozy, sácanos de aquí", ante el más bochornoso y absoluto abandono del gobierno de las alianzas de las civilizaciones zapateriles.

De llorar, ¡qué asco!