Respuesta: Atentado terrorista en Arrigorriaga
Para hablar de justicia debe haber proporcionalidad entre el delito perpetrado y la sanción a recibir. En este caso, como en otros similares, no cabe sino la pena capital.
Estos criminales eligen lo que cometen, lo hacen con premeditación, estudian a la víctima, y la asesinan sin la más mínima piedad dando igual si la muerte es instantánea o si se produce con más lentitud, como en el caso que nos ocupa en el que el policía asesinado pedía a gritos que lo sacaran de los restos de su coche: murió abrasado. Y, además, semejante atrocidad inhumana, causada por una horda de genocidas (sólo asesinan españoles), sucedió delante de algunos miembros de la familia del asesinado.
La única respuesta a estos criminales es la de la PENA DE MUERTE, y si la Constitución no la contempla, se modifica que no es un dogma sagrado, sólo una mierda de ley elaborada por traidores a España.
Me pregunto cuando llegará el día en el que España se harte y agarre por el gaznate a tanto hijo de puta y empiece a apretar.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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