Para hablar de justicia debe haber proporcionalidad entre el delito perpetrado y la sanción a recibir. En este caso, como en otros similares, no cabe sino la pena capital.

Estos criminales eligen lo que cometen, lo hacen con premeditación, estudian a la víctima, y la asesinan sin la más mínima piedad dando igual si la muerte es instantánea o si se produce con más lentitud, como en el caso que nos ocupa en el que el policía asesinado pedía a gritos que lo sacaran de los restos de su coche: murió abrasado. Y, además, semejante atrocidad inhumana, causada por una horda de genocidas (sólo asesinan españoles), sucedió delante de algunos miembros de la familia del asesinado.

La única respuesta a estos criminales es la de la PENA DE MUERTE, y si la Constitución no la contempla, se modifica que no es un dogma sagrado, sólo una mierda de ley elaborada por traidores a España.


Me pregunto cuando llegará el día en el que España se harte y agarre por el gaznate a tanto hijo de puta y empiece a apretar.