En Perú aplican familiarmente "bamba" o "bambeado" como adjetivos a todo lo que es fraudulento, adulterado o falso, o un producto sin marca conocida, o de muy baja calidad, o algo que no inspire confianza. Seguramente el origen está en esas monedas de baja ley. Aunque no llegaran al Perú, tal vez se conservó la expresión en sentido figurado y llegó con los canarios o sus descendientes.