Chateaubriand es un defensor exaltado del catolicismo. Yo he leído su "Genio del cristianismo" en francés, y literariamente es un libro bien escrito y agradable de leer, pero le falta la profundidad doctrinal y la ortodoxia de un Balmes o un Donoso, más serenos, reflexivos y correctos. Lammenais, Lacordaire y todos esos eran unos modernistas que acabaron fuera de la Iglesia, y Chateaubriand terminó del lado de ellos. Y es que el romanticismo es sentimiento exaltado, pero la fe no es arrebato sino que se sirve de la razón y se apoya en la verdad revelada y el magisterio. Un sentimiento viene y se va, o se deja arrastrar por el primer viento que pasa.
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