Respuesta: Concepto de Libertad
El hombre es libre sólo cuando está sometido a la ley, y la ley es justa cuando proviene de Dios. Por tanto, la libertad se encuentra en estar a bien con Dios. Y este acatamiento es tanto para las personas individualizadas como para el conjunto de la sociedad.
Si nuestras leyes humanas se ajustan a las leyes de Dios, serán el fundamento del reconocimiento de la soberanía social de Jesucristo, por tanto son la expresión viva de la Verdad. Y "La Verdad os hará libres".
Todo lo demás, o es "caos" o es "libertinaje", y estos no representan sino el gravísimo desorden de la desobediencia, y dicha rebeldía sólo tiene un único origen.
Lo que digan los demás acerca de su visión deformada de la verdadera libertad, parafrasenado a Mika Valtari en Sinhué el egipcio, ha de ser como el zumbido de las moscas a nuestros oídos .
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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