Respuesta: Oteando el futuro.
Se habla ya de que en la próxima reunión de Dinamarca, en diciembre, quedará constituido el primer gobierno mundial sin que nadie lo haya pedido ni elegido. Surgirá bajo los auspicios de la ONU con el fantasmagórico y falso calentamiento global como telón de fondo y el apadrinamiento del dictador de USA. El primer acto, al parecer, será imponer unas tasas, es decir, impuestos a los países ricos para ayudar al desarrollo de los pobres. Ahora bien, en medio de tan solidaria medida, no se especifica si ese dinero que vamos a pagar entre todos (menos los ¿gobernantes o usurpadores?) va a servir para paliar las necesidades de los pueblos o para hacer que los oligarcas de dichos países se dejen comprar mejor.
Aquí si que se puede aplicar la frase "hamletiana" de que "Algo huele a podrido en Dinamarca", y muy putrefacto por cierto: huele al cadáver de la libertad en el mundo.
Última edición por Valmadian; 27/11/2009 a las 02:56
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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