DAMIÁN RUIZ
Quizás porque creo que ya está todo planificado estratégicamente y que todos los cables están atados y bien atados, todos los mecanismos de ingeniería social activados, todos los intereses decididos, pienso que el futuro de los ciudadanos de la vieja Europa ya está escrito y claramente definido.
Voy a tratar de describirlo con mi objetiva subjetividad sin implicarme ideológicamente.
La entrada masiva de inmigrantes de otras culturas no solo se debe explicar en cuanto a la necesidad del abaratamiento del mercado laboral, sino también en la línea de diluir cualquier autoridad moral o religiosa predominante que pueda asumir algún papel de liderazgo en la sociedad.
La convivencia entre razas y credos será objetivo prioritario de las estrategias sociales del mercado y de los grupos de poder. Ya saben de antemano que una parte de la población teme y temerá la presencia supuestamente excesiva de inmigrantes de otras culturas y religiones. Y esperan que resurjan grupos de extrema derecha y que aglutinen entre un diez y un veinte por ciento de los votos, según el país. Eso está previsto y controlado. Toda la artillería de los medios de comunicación estará centrada en conservar esa horquilla de votos, suficiente para amansar y contentar a los votantes más identitarios y nacionalistas, y suficiente para impedir una expansión agresiva de los inmigrantes de otras culturas. Podríamos decir que la estrategia sería algo así como tener atado con una cuerda a un rottweiler que ladra de vez en cuando. Unos se contentan con los ladridos, mientras los otros temen que se le suelte. Por tanto ambos grupos estarán contenidos, que será de lo que se trate.
La idea es diluir por completo cualquier tipo de identidad colectiva. El pensamiento débil, el relativismo ideológico y la conversión de la fe en un tema absolutamente privado y personal serán objetivos claros de difusión masiva.
Por otra parte la tecnología irá desarrollándose a ritmo acelerado, el individualismo narcisista se potenciará desde todos los medios posibles, compensado, astutamente, por la idea de solidaridad puntual dirigida a sectores “creados”: vinculados, por ejemplo, a famosos pagados para apadrinarlos, y con la idea de lavar la conciencia de la sociedad. Será una vacuna necesaria de calma contenida.
El objetivo de todo esto: el consumo compulsivo.
La neurosis, la soledad, las depresiones, las psicosis y las psicopatías aumentarán considerablemente, y será la realidad virtual, a través de las nuevas generaciones de Internet, la que servirá de ansiolítico, adictivo, compensadora de tanto vacío.
Nuevas generaciones de fármacos reequilibrarán de forma suficiente, pero no completa, a los individuos para que no dejen de sentir la necesidad de consumir.
El ecologismo, a igual que la solidaridad, se integrará en el mercado y ambos formarán parte del culto al ego.
Las relaciones humanas reales perderán intensidad y se convertirán en relaciones instrumentales, de uso y consumo, tanto afectivo como sexual. Los colectivos más estables serán los establecidos a través de la red, debido a la posibilidad de crear personalidades más cercanas al ideal que a la autenticidad de cada uno, sin que nadie se inmiscuya, más que esporádicamente, en la vida personal.
El mercado y el consumo serán el asidero en el que los individuos podrán apoyarse para salir de su permanente insatisfacción.
Las identidades nacionales y las instituciones irán diluyéndose a medida que se irán amplificando y transformándose en mega-estructuras. Los líderes serán, probablemente, grandes comunicadores con ideas difusas e integradoras que sirvan para mantener una insatisfacción profunda a nivel colectivo bajo la apariencia de libertad e individualidad.
Esto, según mi opinión, empezará en Europa, actualmente la sociedad más débil, neurótica y decadente del planeta, continuará en los Estados Unidos, y progresivamente tratará de extenderse a todo el mundo.
La alianza entre el mercado y los mass-media será suficiente para controlar y manipular las conciencias.
Lo humano dará paso a lo tecnológico, y la satisfacción se obtendrá de forma inmediata.
Y el espíritu quedará oculto en aquellos hombres que íntimamente estén en rebeldía contra el sistema. Creo que así será.
Disfruten.
"El vivir que es perdurable
no se gana con estados
mundanales,
ni con vida deleitable
en que moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
y con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos y aflicciones
contra moros".
http://fidesibera.blogspot.com/
Se habla ya de que en la próxima reunión de Dinamarca, en diciembre, quedará constituido el primer gobierno mundial sin que nadie lo haya pedido ni elegido. Surgirá bajo los auspicios de la ONU con el fantasmagórico y falso calentamiento global como telón de fondo y el apadrinamiento del dictador de USA. El primer acto, al parecer, será imponer unas tasas, es decir, impuestos a los países ricos para ayudar al desarrollo de los pobres. Ahora bien, en medio de tan solidaria medida, no se especifica si ese dinero que vamos a pagar entre todos (menos los ¿gobernantes o usurpadores?) va a servir para paliar las necesidades de los pueblos o para hacer que los oligarcas de dichos países se dejen comprar mejor.
Aquí si que se puede aplicar la frase "hamletiana" de que "Algo huele a podrido en Dinamarca", y muy putrefacto por cierto: huele al cadáver de la libertad en el mundo.
Última edición por Valmadian; 27/11/2009 a las 03:56
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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