El problema de las autonomías no es la autonomía, que de hecho es lo único positivo que tienen y congruente con el ser de Las Españas, el problema es que se trata de 17 estados centralistas, es decir, el mismo error multiplicado muchas veces.
Algunos de vuestros propósitos son loables, legítimos y, en algún caso, casi idílicos, pero también es necesario analizar y atenernos al contexto actual: la degeneración de España como nación.
1º/ Abolición del estado de las autonomías como punto primero para cualquier nueva regeneración y reorganización de tipo territorial en España.
2º/ Erradicar cualquier atisbo de autonomía POLÍTICA en las distintas regiones españoles
3º/ Volver a impulsar de manera decidida y sana una regionalización de los distintos territorios hispanos, con una profunda y real descentralización ADMINISTRATIVA a nivel MUNICIPAL, donde más cercano vive el ciudadano de cualquier otro estamento político con poder y capacidad.
4º/ Debatir la utilidad y existencia o no de la provincia como concepto territorial, aboliendo las que fuere necesarias con el acuerdo conveniente.
Etcétera, etcétera.
El problema de las autonomías no es la autonomía, que de hecho es lo único positivo que tienen y congruente con el ser de Las Españas, el problema es que se trata de 17 estados centralistas, es decir, el mismo error multiplicado muchas veces.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Y para colmo con una burocracia hipertrofiada y gran cantidad de enchufados, ineficientes a más no poder y corruptas como ellas solas.
Es vergonzoso que dependiendo de dónde vivas tengas unos derechos o no dentro de un mismo país, ya ni hablamos de lo que vale un voto en Zamora o un voto de un señor de Bilbao... Debería desaparecer todo excepto los ayuntamientos y el gobierno central. Y si estos fueran llevados por gente honrada, sería la panacea..
"QUE IMPORTA EL PASADO, SI EL PRESENTE DE ARREPENTIMIENTO, FORJA UN FUTURO DE ORGULLO"
SEPARATISMO, REGIONALISMO, CENTRALISMO
"No perdamos nada del pasado. Sólo con el pasado se forma el porvenir."
Anatole France
A nadie se le escapa que, en la situación de crisis en la que nos encontramos, España necesita tomar medidas económicas drásticas. Y, que nadie se llame a engaño, el estado actual de la economía es consecuencia del desastre político-administrativo del Estado de las Autonomías que parió la Constitución de 1978.
Ya se levantan las primeras voces solicitando un cambio de modelo. Voces que piden más centralismo. Grandísimo error. Nunca España ha sido más centralista que en el siglo XX y en estos comienzos del XXI. Las Autonomías no son más que una patraña, una funesta excusa para reparto de dividendos entre los liquidadores de España.
El modelo liberal, importado de la Revolución francesa, con su centralismo, heredero del absolutismo, nunca ha funcionado en España. Es más, es la causa de la aparición de las cainitas dos Españas. Si algo bueno puede tener ese modelo, es la separación de poderes. Y ya vemos cómo está el tema.
La monarquía española nunca fue absolutista. Quien lo dice miente, o es un ignorante. Los reyes españoles estaban sometidos a las Cortes de Castilla, de Aragón y de Navarra. Respondían de sus actos ante ellas y juraban los fueros de Navarra y Vascongadas cuando accedían al cargo. Esto se dejó de hacer con las constituciones liberales. Y así nos va.
España, sí tiene solución. La tiene en su Historia. Sólo hay que mirar en ella y adaptarla a las necesidades del mundo actual. Si lo hacen de otra manera, volverán a equivocarse.
Yo les recomiendo que, entre otros, lean a Vázquez de Mella, diputado por Navarra en Cortes, por la Comunión Tradicionalista Carlista. Es curioso cómo sus discursos, en gran parte, siguen teniendo vigencia en la España actual, más de cien años después.
"Imaginemos que España se fracciona en diferentes estados, que Cataluña se proclama independiente, que las Vascongadas y Navarra forman un Estado autónomo, que Galicia hace lo mismo y que hasta se fraccionan Aragón y Castilla. Consecuencia inmediata: ¿creéis que, al fraccionarse España en estados, se han acabado con eso los vínculos nacionales de hermandad que han tejido los siglos enlazando las lamas y las generaciones españolas? No; estos vínculos, formados psicológicamente, que están como grabados en nuestros carácter y en nuestro espíritu, que heredamos con la sangre de muchas generaciones, con el medio social que ellas han formado y en que nos desarrollamos, no desaparecerían, aunque se fraccionara el Estado, porque una cosa es la unidad nacional y otra la unidad política.
¿Que sucedería entonces? Que apenas dividido y fraccionado el Estado, el extranjero, aprovechando la división y debilidad de las regiones, encontraría en ellas un aliciente para su codicia y penetraría en el territorio, queriendo apoderarse de la nación y región que creyera más débil, para extender el dominio a las demás. Sentirían las otras la herida, porque se trataba ya de cosa que a todas afectaba; y entonces la hermandad volvería a vivir expresada en vínculos federativos, y surgiría del fondo de los estados separados una federación. Y qué, ¿no véis que así, de esa misma división circunstancial y pasajera, volvería a salir la vida nacional común, y, por la fuerza de la necesidad, de la defensa unida, la misma unidad externa del Estado?
Y, qué sucedería en caso contrario, en aquél en que, extinguiéndose toda iniciativa y toda vida regional, el Estado llegase a sustituir la vida de todas las regiones con la suya propia? ¡Ah!, entonces, negada toda iniciativa, extinguida toda energía, secadas las fuentes de originalidad, seríamos pasto de cualquier conquistador, apareceríamos sin fuerzas, sin vigor y sin vida, y lo que había sido nación gloriosa no sería más que una sepultura de un pueblo. Es pero, y trae consecuencias más desastrosas, ese centralismo absorbente, que mata toda energía, que aquel separatismo absurdo y circunstancial que tiene que terminar siempre por suicidarse, sometiéndose a una federación que supone toda una historia.
Así, pues, señores, no se puede de ninguna manera atacar ni cercenar los fueros y prerrogativas regionales sin que la nación entera se resienta. Observad, señores, que la Nación, como yo he dicho algunas veces, es un río formado por afluentes que son las regiones; no ha nacido de una sola fuente, está formado por esos afluentes; los afluentes, aunque pierdan las aguas y tuerzan su cauce en arenales, pueden existir sin el río; el río sin ellos, no. Luego es política insensata la de secar los afluentes, creyendo que así se van a acrecentar las ondas del río."
Juan Vázquez de Mella
(Discurso en el Congreso, el 18 de junio de 1907)
EL DIVÁN DE SANCHO PANZA
No; ni miente ni es ignorante. Sin entrar en valoraciones de otro tipo, en Castilla las Cortes dejaron de funcionar en el siglo XVI, con la llegada de los Austrias. Y de la época medieval anterior tampoco se pueden dar reglas generales porque hubo de todo: desde reyes que convocaban Cortes hasta reyes que ni las convocaban o que ignoraban los acuerdos allí tomados. Eso sin contar con que los miembros de esas cortes eran eclesiásticos, nobiliarios, burgueses y burgueses y no tenían el sentido representativo que hoy entendemos.
El número de veces que se convocaron Cortes en Castilla, desde el siglo XVI al XIX, se puede contar con los dedos de una mano. El monarca ya era monarca absoluto muchísimo antes de la llegada del liberalismo, si no en teoría al menos en la práctica y durante siglos. Que luego las Cortes liberales acentuaran ese poder absoluto es otro asunto y fue por otros motivos.
El tema es irrelevante. Siempre serán preferibles un buen gobierno y unas buenas leyes que vengan un monarca absolutísimo a leyes malas que sean hechas por cortes representativísimas. Yo al menos así lo prefiero.
Última edición por ALACRAN; 21/02/2011 a las 17:42
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