Cita Iniciado por Irmão de Cá Ver mensaje
La informalidad, que es la madre de todas las faltas, ha contribuido de sobremanera para que los miguelistas jamás se unieran y organizaran después de 1834; más recientemente el fusionismo de las dinastías legítima e usurpadora, centrado en el Duque de Bragança, prácticamente acabó con lo que restaba... lo que deseo yo es que el carlismo no caiga en estos dos errores, para que siga viviendo exitosamente y dando esperanza a españoles y miguelistas portugueses... que Dios así lo quiera también.
Si tienes toda la razón. El carlismo siempre ha tenido en torno a su rey una sólida organización, al menos lo suficiente para cohesionar a ese pueblo carlista bastante numeroso hasta hace muy poco. La cosa es que toda esa organización ha reposado sobre los intangibles de un buen entendimiento de la cuestión sucesoria (i.e. aunque las líneas se extingan, los reyes nunca se acaban, pues siempre se podrá retroceder lo suficiente) y la inamovilidad e irremplazabilidad del tetralema "Dios, Patria, Fueros y Rey", dos cosas que por desgracia hoy algunos ponen en duda... Sin eso, un alto grado de organización puede ser hasta contraproducente (lo que pretendía señalar al abrir tema).

Desde luego, una fusión entre la dinastía carlista y la alfonsina hubiera sido desastroso, si no para la legitimidad (pues la falta de legitimidad de ejercicio excluye siempre), seguramente sí para la continuidad del carlismo, pues en estos casos parece que siempre acaba predominando el liberalismo del nuevo candidato. ¿Ocurrió así en Portugal? No conozco bien las circunstancias de la fusión de las dinastías, pero creo recordar que ocurrió por acuerdo más que por sucesión de familia. No deja de sorprenderme que los constitucionales reconocieran a los descendientes de S.M.F. D. Miguel I.