Muy buen aporte Hyeronimus!
P. Leonardo Castellani: El Orden, la Iniquidad y la decadencia de Occidente.
Hay algo que ataja la manifestación y el triunfo (la gran Apostasía) del Anticristo; cuyo espíritu sin embargo ya entonces está en obra; como ya nota también San Juan: "muchos se han hecho ahora Anticristos". Ese algo San Pablo lo pone en neutro y en masculino, participio presente: Lo que Ataja y El Atajador. San Pablo había dicho a los cristianos de Tesalónica qué cosa era ese Obstáculo-Obtaculizante misterioso; "a ellos sí, pero no a nosotros", exclama San Agustín. Sin embargo él, como los demás antiguos padres, vieron el Obstáculo en el Imperio Romano, que con su organización política, su genio jurídico, su disciplinado ejército y su férrero orden externo, impedía la explosión de la Iniquidad siempre latente; y en el masculino participio presente, al Emperador.
Tanta fue así que al periclitar y disgregarse el Imperio de Roma bajo las invasiones bárbaras, y al disminuir gradualmente la autoridad de los Emperadores, ante la asunción del poder absoluto por los reyezuelos comandantes del Ejército, en grandes fragmentos del Imperio, creyeron los cristianos cercano el Anticristo. Cuando la segunda invasión y saqueo de la Urbe por los vándalos, San Jerónimo desde Belén escribe a Ageruchia que probablemente están cercanos los tiempos novísimos y el Anticristo.
No se reveló el Anticristo. Y entonces la exégesis patrística rectificó su punto de mira sin abandonarlo: el Imperio Romano es el Obstáculo;pero no propiamente su Emperador personal, sino su estructura formal, el Orden Romano, que se conserva y aún se completa en la inmensa creación político-cultural llamada la Cristiandad europea. Newman admite que el Imperio ha durado hasta sus días, en los "diez Reinos" que de él brotaron; e incluso un "Emperador de los Romanos" ha habido siempre hasta la Revolución Francesa, nominal al menos y no sólo nominal en los más grandes dellos, Carlomagno y Carlos Quinto. Napoleón Bonaparte quitó su título y su poder al último Rey del Sacro Imperio Romano Germánico, Francisco II de Austria, creando en 1806 la Confederación del Rhin, preludio de la inminente hegemonía de Prusia. Santo Tomás en su Comm. ad Thess. II,después de preguntarse: "El Imperio Romano cayó y no se reveló el Anticristo..." responde tranquilamente: "El Imperio no ha desaparecido", y se remite al Sermón de Pascua de San Gregorio el Magno.
El orden más o menos imperfecto pero vigente desta que llaman hoy la Civilización Occidental atajó hasta hoy la inundación de la Iniquidad. Hoy vemos dos fuezas universales poderosísimas, Capitalismo y Comunismo, en la tarea de destruirla; aunque el Capitalismo diga que su intención es defenderla; pues tiene la insensata pretensión de conservar sus frutos destruyendo su raíz; o para hablar como el Evangelio: quiere primero la Añadidura y después el Reino de Dios; o sin el Reino de Dios.
Ésta es la interpretación más sólida y respaldada del Katéjon de San Pablo (...)
P. Leonardo Castellani. El Apokalypsis de San Juan.
Castellaniana
Muy buen aporte Hyeronimus!
Este escrito del padre Castellani es de los años 50, en plena guera fría entre la URSS y los EEUU y antes del Vaticano II. Aun entonces había "obstáculo" para que el Anticristo se manifestara; era la propia Iglesia, a falta de mayores poderes políticos protectores de la cristiandad.
Ya sin poderes terrenales protegiendo "la Ciudad de Dios" (el último imperio nominalmente católico no fue el Sacro Imperio Romano Germánico hasta 1806, de que habla Castellani, sino el Imperio Austro-húngaro, vigente hasta 1918), la mayor evidencia para comprobar que el "obstáculo" (del que hablaba San Pablo) "se quitó", lo testimonia el Vaticano II, abriendo de par en par las puertas del catolicismo, en definitiva, al reino del Anticristo.
Última edición por ALACRAN; 08/05/2012 a las 20:13
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores