Re: Sobre el fútbol para España

Iniciado por
Hyeronimus
Ahora bien, cuando el fútbol se convierte en una obsesión, cuando se vuelve el verdadero opio del pueblo, cuando algunos no hablan de otra cosa y hay periódicos diarios dedicados al fútbol, eso ya es excesivo.
A los niveles de "entusiasmo colectivo" a los que estamos acostumbrados, se trata de un mecanismo más de "control social", tal y como se analiza el fenómeno desde la perspectiva de dicha teoría sociológica. Fueron muy comunes durante la etapa de Franco la celebración de grandes encuentros -y corridas de toros también-, cada vez que se sabía que iban a producirse huelgas de importancia o manifestaciones contrarias. Un partido de fútbol interesante y los movimientos de protesta se quedaban en algaradas. Por supuesto, la escasez de elementos de control, como las programaciones televisivas, o la casi imposibilidad de darse un garbeo cuando la presión era considerable en los individuos y otras muchas formas de distracción, hacían que la válvula de escape del binomio "fútbol-toros" estuviesen a la orden del día. Así se generó la "cultura futbolera" que hoy vemos en nuestra sociedad, una sub-cultura en la que hasta se han mezclado cuestiones ideológicas y políticas. Ya no son sólo "los colores" del equipo de los amores, también se han convertido en "bandera" y "banderías" proyectadas en contra de otros. Si el Barcelona F.C. se transforma en "Barsa" y gana al Real Madrid, no es una victoria deportiva, se convierte en una derrota imaginaria en la que "Catalunya" humilla a la odiada "Espanya", todo lo cual no deja de ser una monstruosa imbecilidad, aunque no sea más que porque "las escuadras de combate balompédicas" están formadas principalmente por mercenarios extranjeros a los que únicamente mueve el interés, por mucho que afirmen "sentir la camiseta". De este modo, en España -incluida Cataluña-, se juega mucho al fútbol de la señorita Pepis, por cuanto muchos protagonistas y seguidores se creen que están haciendo algo más importante, lo que es falsamente falaz por cuanto a la semana siguiente ya se han olvidado de lo que pasó la anterior, y sólo queda la anécdota además del control social.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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