Re: Pólemica España-Francia por la violencia en el Fútbol
Estamos ante una flagrante demostración de "victimismo" de los culpables: ¿por qué las cárceles están llenas de "inocentes"? Apenas hay alguno que sea culpable de algo. Por qué será que el que más chilla es el más sospechoso siempre.
No obstante, yo no estoy de acuerdo con una sentencia así: habría que haberle metido a ese club de delincuentes, que es EL Olympic, una multita de un par de millones de euros para empezar, por inducir a sus hordas a cometer toda clase de tropelías, barbaridades que suenan a demasiado repetidas y conocidas ya. A su presidente haberlo procesado por inducción a la violencia y al enérgumeno en cuestión, una buena y sustanciosa multa, privación de la nacionalidad española, unos trabajitos para la comunidad durante unos meses y la prohibición de entrar en España durante diez años.
Por lo demás, las imágenes no mienten y se vió a las claras que nuestra policía actuó correctamente. Y en cuanto a los directivos y portavoces del Atlético de Madrid, bastante "caguetas", tenían que haberse retirado de la competición, explotar que ellos fueron las víctimas y haber lanzado una campaña en prensa contra el Olympic y ese indeseable que es el presidente de la UEFA, el tal Platini.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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