HISPANISMO :
En este foro nos autoproclamamos con honor con este nombre, pero no porque querramos monopolizar este gran concepto, sino presumir del mismo y reconocer el Hispanismo de otros grupos y pues confraternizar en unos ideales comunes que a la Hispanidad misma tantísima falta le hace.
¿ Qué es el HISPANISMO ? Hombre; igual el intentar ser tan tajante nos recuerdan a aquellos versos ( Tan bien puestos en escena musical por Estirpe Imperial ) de “ queriendo yo un día saber qué es la Patria,/me dijo un anciano que mucho la amaba,/¡ La Patria se siente no tiene palabras,/qué claro la explican las lenguas humanas….!...El Hispanismo no es pues una mera “ política “, sino la defensa de todo un LEGADO TRADICIONAL que en España vivimos desde la Roma Cristiana, con los Reyes Visigodos, con la Reconquista, con el Imperio de Ultramar, y que en nuestros más contemporáneos días los carlistas se encargaron de recordarnos luchando valientemente por la Santa Tradición. El Hispanismo por tanto abarca esos grandes y antiguos conceptos de Patria e Imperio, sin perversión alguna por los liberalismos ( marxismo incluido ).
El Hispanismo acude a la justicia y a la necesidad ante siglos de extranjerismos. Como bien remarcaron desde la Castilla Marinera un Menéndez Pelayo y desde el Río de la Plata un Padre Meinvielle, la Hispanidad misma no puede entenderse sin el influjo de la Cristiandad, por tanto son conceptos que no pueden separarse, en cuanto a que la grandeza y la honradez hispana se deben a la defensa de los santos valores, ante los cuales nuestros ancestros emplearon el valor de su sangre. Cuando Las Españas han perdido pues la razón de su ser, han vuelto las grietas internas siempre amenazantes, y siempre acuciadas por los enemigos de la Hispanidad misma. Decía Antonio Machado que uno de los rasgos del español por excelencia es la excesiva modestia, aludiendo a todo un Cid Campeador que, tomando Valencia, sólo decía cumplir con su deber….Esta modestia, esta humildad, en los momentos gloriosos, nos hace aún más grandes, pero cuando de Dios nos olvidamos y caemos en la desidia, nos hace pues unos acomplejados inertes que nos creemos toda la leyenda negra que incluso nuestros mismos compatriotas se han encargado de elaborar.
El Hispanismo renace así de sus cenizas, como supo renacer con las Carlistadas, con aire fresco y enérgico, pero, como decía Menéndez Pelayo, “ sin tradición, sin arraigo en el pasado, no puede brotar una idea original y dominadora “. Y renacer debe como un sendero común que, si se quiere, pudiese adoptar ciertas “ perspectivas “; pero con idénticos fines que todos los verdaderos patriotas tienen que defender.
El Hispanismo tiene pues que defender la Foralidad como la naturaleza política de Las Españas. Foralidad pero no con exacciones fiscales del pasado, sino adaptándonos a los nuevos tiempos con concreción de proposiciones, desechando al sistema democrático, atiendo a las realidades del municipio y de la región que conforman nuestra Patria, y remarcando nuestro tiranicidio en el siempre evitable abuso de poder y, por tanto, rechazando todo estatalismo que se precie, sea del estilo que sea. Una política fuerte, de gobierno de los mejores, pero cercana al pueblo; nada de despotismos ilustrados. Y aquellos hispanistas de América, a quien debemos el máximo y orgulloso respeto, deben indagar pues en sus propias instituciones, empezando por Cabildos, Audiencias, y fijarse en los Virreinatos y Capitanías que componían ese mismo Reinado de las Indias.
El Hispanismo pues no sólo, en Cultura y Espiritualidad-Siempre unido a la grandeza católica-puede circunscribirse a la Piel de Toro. El Hispanismo así constituye la defensa de nuestros auténticos pensadores rechazando la inútil barbarie pseudofilosófica que se nos impone en los sistemas “ educativos “ del liberalismo; y remarcando sus orígenes desde el Cabo San Vicente hasta Montpellier, desde Finisterre hasta las Baleares hasta las primerizas Azores, Madeira y Canarias, pasando por nuestra irrenunciable territorialidad hacia el Atlas, y reconociendo los valores que en su día conformaron nuestra Tradición Imperial ( Como siempre reconoció Vázquez de Mella entre tantos otros ), debe recoger el saber de las grandes mentes y plumas que han forjado el Hispanismo Imperial mismamente a través de esta Cultura y Espiritualidad; desde San Isidoro de Sevilla hasta nuestros días, e incluso sabiendo recoger la valía de muchas plumas y mentes de época precristiana. El Hispanismo no pretende pues usurpar o secuestrar a Dios para su conveniencia, como ya en su día acusaban a los carlistas; sino que ha de ser consecuente y por ello no apartar a Dios para lo que se convenga ( En la política misma, la defensa del Derecho Natural Cristiano frente a los desmanes masónicos surgidos al calor de la Revolución Francesa y del comunismo ), como sí hacen ellos. Por eso mismo, ha de estar dispuesto a fraternizar con todos aquellos que sigan por una vía o por otra la similitud de nuestro sendero, que esperamos hacer común a cuantos camaradas ( Tomando el sentido del castellano antiguo de “ compañero de armas “; como bien lo expresa Quevedo entre otros ) deseen. Pero no somos demagogos y no por ello abogamos por las brutales migraciones; no manipulamos la Tradición y sabemos que en su día nuestra hispalense Casa de la Contratación regulaba las migraciones hacia el Nuevo Mundo. Deseamos una cooperación a modo de entente entre todos aquellos que formaron parte de nuestro Hispánico Imperio que así lo sientan y deseen, pero no convertir nuestra tierra en un experimento imposible de masas ( Como ya se encarga la democracia, claro que fomentando otras corrientes migratorias que aniquilan la Hispanidad, por la progresía, el islamismo, y por la derecha, la sumisión al colonialismo yanqui-sionista ), como tampoco deseamos ello para los otros. El Hispanismo pues busca sin complejos un equilibrio natural, empezando por la España misma; y también es consciente de sus lógicas alianzas, tanto en la Vieja Europa-de la Cristiandad, se entiende-, y como de su Tradición Imperial.
Como reiteración, cabe decirse que en la simbología propia del Hispanismo tampoco se excluye a la Cristiandad. Y es que no se la secuestra, simplemente se la tiene presente y con orgullo. Por eso no podemos hablar de nuestro ardoroso combate sin la Borgoñona Cruz de San Andrés, emblema hispánico imperial por excelencia, como tampoco podemos olvidar al Santo Sepulcro de Jerusalén, a San Jorge de Alfama, a Calatrava, a Montesa, a Avís….Y teniendo presente en Santiago como la Cruz, como nuestra Espada, nuestra mejor tradición de milicia y de poderío imperial a través de nuestro eterno ideal de Misión y Conquista.
La Hispanidad debe renacer por su esencia misma, y en esto consiste la dificultad quizás de nuestro proyecto ante esta masa idiotizada y extranjerizada, sumergida en un sistema ajeno. Por ello mismo el Hispanismo debe atender a eso mismo, a ayudar al pueblo hispano a recuperar su esencia, porque no se puede creer en lo imposible creyendo en Dios Padre Omnipotente y alzando su bandera, que no secuestrándola. Nos abrimos pues así, en todos los temas, ante Dios.
El Hispanismo debe ser consciente que, a día de hoy, ha de enfrentarse con dos grandes bestias que amenazan nuestra integridad espiritual y nacional-territorial : Por un lado, la judeomasonería y el consiguiente demoliberalismo, por el otro el islamismo. Todos y cada uno grandes enemigos de la Hispanidad, por Historia y por Justicia.
Señoras y señores, el Hispanismo hace falta, y la Tradición nos avala ante lo que es nuestra propia sociedad. Así que con la cabeza bien alta y con esta premisa hemos de luchar todos por el cumplimiento de tan grato deber.
¡ Santiago Y Cierra España !
Desperta Ferro !
Jaungoikoa Eta Lege Zaharra !
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