No es sólo la progresía la que ha puesto el grito en el cielo por la repatriación de este pobre misionero. También mucha gente de derechas ha participado en la campaña difamatoria, demostrando que la chusma es transversal, especialmente en Internet. En los foros y en las redes sociales hay gentuza que pedía abiertamente matar al sacerdote para ahorrar dinero al Estado. Suelen ser los mismos que reclaman paguitas. No han faltado quienes le llamaban hipócrita y mala persona por querer tratarse de esa enfermedad, ni los que le acusaban de contaminar España y llenarla de inmigrantes. Muchos han brindado con champán ahora que ha fallecido.
He leído comentarios siniestros y llenos de mala baba, incluso en páginas de meapilas como Infocatólica, sin demasiadas reacciones en contra. Visto lo visto, creo que esta sociedad esta enferma y muchos españoles se merecen todo lo que les pase.
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