Carta de C. H. Douglas a Hitler
Fuente: The Social Crediter, Sábado, 6 de Mayo, 1939.
Carta a Herr Hitler
El Mayor Douglas autoriza la publicación de la siguiente carta, dirigida al Führer y enviada a través de un canal seguro.
.....................................................................................................................................Mayo, 1939.
Herr Führer,
Como introducción al memorándum que se adjunta,* me gustaría solicitar su permiso para traer a conocimiento de su eminencia misma las siguientes observaciones:–
(a) Si bien se afirma, y sin lugar a dudas se cree, que existe algún tipo de conflicto de ideologías entre el grupo “democrático” de Poderes y el grupo Totalitario, no existe, de hecho, conflicto semejante: todos ellos proceden en sus actuaciones igualmente a partir de la presunción fundamental, que sin lugar a dudas se cree que es indiscutible, de que el pleno empleo de sus respectivos pueblos constituye la prueba del éxito. Sus diferencias son solamente de método.
(b) Si esta afirmación se apoyara sobre una base “moral”, entonces debería observarse que hace surgir problemas prácticos que parecen ser únicamente solucionables recurriendo a una guerra de mutua destrucción, que terminaría resultando ciertamente en una anarquía y un final sometimiento a un superviviente Transatlántico.
(c) Si, por el contrario, se afirma que el pleno empleo constituye una necesidad práctica de toda civilización avanzada, podrá demostrarse fácilmente que la verdad es justamente la contraria. Si bien se reconoce que la actual producción de armamentos en todo país ha sido impulsada a consecuencia de la presunción general de que el desempleo equivale a la destrucción económica, debería sin embargo resultar obvio que el pleno empleo que proporciona la construcción de armamentos es no sólo temporal sino también al mismo tiempo quizá el último ejemplo de despilfarro e ineficiencia.
(d) Esta política de empleo, que aquí es criticada, se admite ahora que resulta ser inseparable del Sistema Financiero Judío.
(e) Un simple cambio en este sistema haría innecesario el pleno empleo, eliminaría la competencia por los mercados y destruiría el poder de los Financieros internacionales; poder al cual únicamente la guerra le hace creer y que, si no es destruido, destruirá la civilización en Europa.
¿Me permite rogarle fervorosamente a que la presente crisis, –teniendo en cuenta la posición clave en la historia del mundo que usted ocupa–, sea aprovechada para instar a una revelación o exposición de esta política falsa y destructiva?
Es indispensable, si se quiere que éste constituya el principal asunto de toda conferencia como la que se ha propuesto, que no sólo Alemania sino todo el mundo civilizado se una en apoyo de la acción tomada por usted. No el Presidente Roosevelt, sino usted mismo, sería reconocido como el representante de todos aquéllos valores que son igualmente queridos en las, así llamadas, democracias y en sus, artificialmente creadas, antagonistas.
....................................................................................................................Atentamente suyo,
...............................................................................................................C. H. Douglas [firmado]
* El memorándum referido aquí era una copia del memorándum “Advertencia a Europa” ya publicado.
ADVERTENCIA A EUROPA
Preparado por el Sr. John Mitchell, de la Asociación Consultiva de Contribuyentes Unidos.
El memorándum al que se refería Douglas apareció bajo el encabezamiento, “Advertencia a Europa”, en The Social Crediter del 29 de Abril de 1939, y decía así:
La guerra en Europa con su consiguiente destrucción de lo que queda de sociedad estable y civilizada, no se podrá evitar a menos que las autoridades responsables en los Gobiernos de Bretaña, Alemania, Francia e Italia reconozcan la identidad de las verdaderas fuerzas de Oposición en el mundo, y que el posicionamiento de ellas mismas, de sus gobiernos, y de los pueblos de sus países depende muy principalmente de que las políticas formuladas por sus gobiernos estén en concordancia con ese susodicho reconocimiento.
Si llegara la guerra, el destino que sobrevendría a Europa y a sus gobiernos fue bien definido por un bien conocido inglés en un discurso pronunciado a los postres en el City Club de Cleveland, Ohio, tal y como aparece recogido en el Sunday Times del Domingo de Pascua. Él “predijo que una guerra mundial comenzaría durante 1939, de la cual América emergería como ´dictadora del mundo´”.
“¡Él añadió que el conflicto `reduciría a ruinas a Alemania, Italia, Francia e Inglaterra`!”
Los Grandes Poderes de Europa en ruinas, ¡y América como Dictadora del Mundo!
Permítase declarar a continuación que la verdadera identidad de las masas opuestas, desde el punto de vista de quién ganará y quién perderá (lo cual, por supuesto, constituye la única base realista de la decisión), es Europa contra América y Rusia (política y económicamente en vasallaje con América).
No es posible ninguna valoración de esta declaración de hecho, a menos que uno se dé cuenta de quiénes constituyen los verdaderos soberanos de América y Rusia, en contraposición a los testaferros oficialmente considerados como los detentadores del gobierno.
La propia posición del Presidente Roosevelt fue sucintamente descrita por Walter Lippman en el New York Herald Tribune del 27 de Junio de 1932. Él declaró: “Es evidente que Roosevelt no es el líder de las fuerzas que están detrás de él. Él está siendo usado.”
El Sr. Walter Lippman se encuentra en una posición de poder saber sobre estas cosas. Él, debería recordarse, es comúnmente considerado como el autor de los “Catorce Puntos” del Presidente Wilson. En la Enciclopedia Británica, se cita materia suficiente al respecto hasta el punto de que este documento, estableciendo las condiciones generales de la paz, fue preparado por el Dr. S. Mezes, D. H. Miller y Walter Lippman.
Los verdaderos soberanos de América son los grandes banqueros de Nueva York, siendo el grupo que los encabeza el de Kuhn, Loeb and Co. El controlador de este grupo es Felix Warburg, cuyo padre, Paul Warburg, era bien conocido como el ´Padre de la Junta de la Reserva Federal de los EE.UU.´
Antes de la guerra, se impuso una dictadura ´de facto´ sobre la política de los Estados Unidos mediante la ´concentración de bancos´ controlada por Warburg. Tan grande era el clamor popular en América en 1912 contra este Trust Bancario que el Presidente Wilson, que era un protegido de Kuhn, Loeb and Co., fue obligado a establecer una Comisión de investigación.
El Informe presentado por la Comisión de Investigación al Congreso, contenía descubrimientos que resultaban ser alarmantes: Existía ´un Trust Bancario´: éste incluía cinco bancos principales, que controlaban a su vez a ciento doce bancos importantes, así como a numerosos grupos financieros e industriales dispersos a lo largo de los Estados Unidos y otras partes del mundo; el poder de esta ´coalición´ era enorme. Al agregar juntas las sumas de Capital representadas por los bancos que formaban parte del ´Trust´, y las representadas por las empresas que dependían de ellos, la Comisión llegó a la casi increíble cifra de 22.245.000.000 de dólares, o más de 556 mil millones de francos franceses y, tomando una libra por cada cinco dólares, representaban 4.449.000.000 de libras inglesas. Todo lo cual estaba agrupado, en 1912, alrededor de Jacob Schiff, y dependía de su sola voluntad.
La Comisión de Investigación no fue engañada de ninguna de las maneras, y concluyó su Informe en los siguientes impresionantes términos: “El poderoso asidero de estos hombres descansa sobre la palanca que controla el crédito, y sus engranajes se mueven o se detienen a su señal”.
El resultado de esta investigación fue la formación de la Junta de la Reserva Federal. De este modo, lejos de ser aflojadas, las cadenas con las que Kuhn, Loeb and Co. sostenían al Gobierno de América fueron apretadas todavía más.
El contacto de este todopoderoso grupo bancario con el Presidente Roosevelt se manifiesta a través de sus socios más próximos: Bernard M. Baruch y Felix Frankfurter, que son los ´asesores´ principales del Presidente.
La medida de la dominación de Baruch sobre el Gobierno Americano queda evidenciada por su propia respuesta al interrogatorio que se le hizo en una Investigación Oficial del Senado, en la cual él dijo: “Supongo que yo era el hombre más poderoso en los Estados Unidos durante la guerra”.
Durante la guerra, Bernard Baruch encabezó la Junta de Industrias de Guerra. En él residía la autoridad sobre:
(1) El uso de capital en los negocios privados de los americanos.
(2) Sobre todos los materiales.
(3) Sobre todas las industrias.
(4) Sobre todas las clases de hombres que habían de ser llamados al servicio militar.
(5) Sobre el personal de trabajo en el país.
Ningún proyecto podía ser financiado sin su consentimiento. Y lo que es lo más significativo de todas las consideraciones que gobernaba su asentimiento, consistía en que podía fijar la remuneración del capitalista, los sueldos de los trabajadores, y los precios de los productos, no sólo los precios destinados al Gobierno para los suministros de guerra, sino también los precios destinados a la población civil.
Después de la guerra, Baruch fue a la Conferencia Económica de París como Presidente de la Comisión Americana.
El poder que Baruch ejerce hoy en día se resume en dos declaraciones, que son las siguientes:
“Uno de los consejeros clave de Roosevelt es Bernard M. Baruch, una autoridad en la administración Wilson. Ante la ausencia en Washington del Secretario de Estado Hull y del Presidente, al Sr. Baruch lo podemos considerar como el Presidente no oficial. El Profesor Felix Frankfurter, que ha declinado un número de posiciones importantes en la administración Roosevelt, sin embargo ha visto aceptadas sus recomendaciones para ocupar cerca de media de docena de los más importantes puestos legales en el Gobierno y continua funcionando como uno de los asesores de mayor confianza del Presidente.”
...........................................................................................– The Brooklyn Jewish Examiner
“Bernard M. Baruch es llamado a conferencias frecuentes con el Presidente. Ha financiado a muchos sus campañas al Congreso; y está rodeado de una guardia pretoriana de Senadores, que se aferran a cada una de sus palabras. La figura de Baruch se está inflando hasta enormes dimensiones en el horizonte de la vida pública. Se confió en su consejo para el nombramiento hecho por Hoover de Eugene Meyer, Jr., como Gobernador de la Junta de la Reserva Federal. Él es el Hombre Misterioso de Washington y Wall Street.”
........................................................................– “Fortune”, la revista mensual de los “Magnates”.
Ningún entendimiento de la diplomacia del Gobierno Americano podrá ser válida, en tanto que no reconozca que la política de ese Gobierno está dominada por los poderosos banqueros de Nueva York referidos.
Relación de América con Rusia
Los Intereses de la Poderosa Banca, que controlan al gobierno americano, son también el poder que gobierna a Rusia.
Las pruebas en apoyo del hecho de que la Revolución Rusa y los Gobiernos subsiguientes de Rusia fueron financiados y controlados por los Intereses de la Banca, la cual gobierna a América, son monumentales.
Solamente será necesario referirse aquí al documento principal que trata de la financiación de la Revolución Rusa. Se trata de aquél que fue elaborado por el Servicio Secreto Americano y transmitido por el Alto Comisionado francés a su Gobierno. Fue publicado por la Documentation Catholique de París, el 6 de Marzo de 1920:
Sección 1: declara que “se descubrió que la siguientes personas, así como las casas bancarias mencionadas, estuvieron implicadas en este trabajo de destrucción: Jacob Shiff; Guggenheim; Max Breitung; Kuhn, Loeb and Co.; Felix Warburg; Otto Kahn; Mortimer Schiff; S. H. Hanauer”.
Kuhn, Loeb and Co., tuvo un monopolio completo de los contratos para la industrialización de Rusia.
El dominio del mundo por América y Rusia
Los intereses de la Banca, que gobiernan a América y Rusia, tienen las conexiones internacionales más poderosas. Cuán ´inopinadas´ como extensivas son, viene reflejado por el hecho de que durante la Gran Guerra, mientras Max Warburg era el asesor financiero de confianza del Emperador de Alemania, el hermano de Max Warburg, Paul Warburg, director de Kuhn, Loeb and Co. y fundador del Banco de la Reserva Federal, estaba jugando, en calidad de “Gran Tesorero de los Estados Unidos de América”, un papel similar al lado del Presidente Wilson. Las ingeniosas conspiraciones y los obstáculos paralizantes con los que los Aliados encontraron obstruido su camino, pueden imaginarse; mientras que a su vez debería fijarse en mente que aquéllos implicados en la terrible lucha nunca tuvieron la más ligera sospecha.
Es interesante hacer constar que Max Warburg era uno de los principales representantes enviados por Alemania a la Conferencia de Paz de Versalles, mientras que su hermano, Paul Warburg, de la misma casa financiera, era uno de los principales representantes de América.
Los intereses de este grupo de banqueros que controlan América y Rusia son internacionales, y su objetivo es la liquidación de Europa con vistas a su completa dominación sobre ella.
Los dos jefes políticos de la postguerra de Rusia han declarado las intenciones de los Intereses Bancarios que los controlan. Volviendo lejos atrás hasta el 26 de Noviembre de 1920, Lenin proclamó: “Nuestra salvación se aseguraría más fácilmente si los Poderes del imperialismo se vieran envueltos en una guerra”.
El 21 de Febrero de 1935, la Oficina Política de la Internacional Comunista, el más alto órgano de la Internacional, después de recibir un discurso de Stalin, aprobó una resolución en la que decía:
“La Oficina Política está definitivamente convencida de que una nueva guerra mundial es absolutamente inevitable, pero explica esto como la preparación obvia para la revolución mundial. Con el objetivo de la autopreservación, y de acuerdo con los intereses del Movimiento Revolucionario Mundial, el Gobierno Soviético debe hacer todo lo posible para entrar en el grupo de los Estados que construyen las coaliciones más fuertes.”
El suicidio de Europa
El escenario está dispuesto para que Europa se destruya a sí misma, y nada hay más cierto que eso; siempre y cuando el personal de los Gobiernos europeos jueguen sus papeles tan cuidadosamente diseñados para ellos por los Intereses Financieros que gobiernan América y Rusia, automáticamente firmarán sus propias y personales sentencias de muerte.
Europa puede salvarse en esta última hora si los miembros de sus gobiernos reconocen al común enemigo, y se unen contra él.
Una Europa dividida es el objetivo de la política Americana, sea lo que sea lo que se aparente desde la ´superficie´ de la diplomacia del Presidente Roosevelt, el cual sólo puede mantener el apoyo de la opinión pública para sí mismo camuflando aquél como su verdadero objetivo. Puesto que todas las agencias de noticias internacionales y casi toda la Prensa de Europa entera están controladas directa o indirectamente por los Intereses de la Banca Americana, es realmente sencillo para ellos poder hacerlo. La continua alarma de guerra, que es fomentada en la Prensa publicando cualquier rumor, es uno de sus métodos.
El verdadero objetivo de la política Americana fue declarado por un importante portavoz político de los verdaderos soberanos de América, el Senador Key Pittman, en marzo de este año. Él dijo:
“Es nuestro interés mantener un importante equilibrio de poder en Europa. Si un grupo cualquiera obtuviera un predominio importante, nos veríamos encarados con la necesidad de defender la doctrina Monroe en el continente Americano.”
En esa declaración aparece la admisión de que una Europa unida constituiría la sentencia de muerte para la política americana de hegemonía mundial.
Acción para la paz
Se necesita una inmediata acción para contrarrestar esta amenaza para Europa. Las personas prominentes en Bretaña, Alemania, Italia y Francia, con los cuales esta organización ha estado en contacto, directa o indirectamente, ya están cooperando en una forma de acción que, si es seguida enérgicamente y a lo largo y ancho de un área lo suficientemente amplia, supondría hacer mucho en la obtención de decisiones que evitarían la catástrofe amenazante.
La acción requerida es esencialmente una de iniciativa personal, y no de comités, consejos o cualquier otra forma de asociación abierta.
El propósito de la acción es doble:
(a) Iluminar las mentes en los círculos de Gobierno en Europa, que todavía no son apropiadamente conscientes del peligro existente tanto para Europa como para ellos mismos.
(b) Extender esa iluminación al círculo más amplio y más influyente cercano a cada Gobierno como lo permita el tiempo, de tal forma que se construya un bloque de opinión poderoso y decidido en cada país para apoyar aquellas decisiones que servirán de apoyo a las políticas tendentes a la unidad de Europa contra su común enemigo.
Toda persona que tome parte en este esfuerzo posee sus propias conexiones y canales a través de las cuales él puede trabajar. La acción en este punto consiste únicamente en extender por todos los Gobiernos y los círculos de influencia en Europa el asunto de esta circular, complementándola con tantos hechos del mismo estilo como sean necesarios y puedan obtenerse de otras fuentes.
La acción que ya se ha tomado ha confirmado lo correcto de la presunción que forma la base para la prosecución de esta cuestión: un Par de este país, que reconoce la verdad de lo que se escribe aquí, procedió a contactar con ciertos altos personajes y descubrió que, antes de su esfuerzo por iluminarles sobre este asunto, ellos se encontraban entre “los muchos que son demasiado estúpidos y simples como para ver la situación como es”. Esta línea de acción eliminará mucha de esa ignorancia, y muy probablemente conducirá a una orientación de la política, por parte de los Gobiernos Europeos, que evitarán el desastre.
Texto original en inglés de la carta.
Visto en: THE CLIFFORD HUGH DOUGLAS INSTITUTE.
Texto original en inglés del memorándum.
Visto en: THE AUSTRALIAN LEAGUE OF RIGHTS.
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