Re: Xenofobia vs. xenofilia
Me había olvidado de comentar esa diferencia en el concepto de latino. Allá tiene un origen norteamericano de naturaleza hostil y degradante. Decir que alguien es latino es situarlo en la parte baja de la sociedad.
En cambio, en Europa en general y España en particular, los latinos, descienden de los etruscos y junto con los sabinos y los albos, todos ellos habitantes primitivos del Lacio y regiones limítrofes, fundaron ROMA.
El latino en américa es un morenito, no muy alto, con escasos estudios y recursos económicos reducidos. Nacido en alguna de las naciones latinoamericanas y muy alejado de los WASP.
En Europa el latino puede ser rubio de ojos azules, barbilla cuadrada, nariz recta y alto.
En América el latino es producto final de un mestizaje de europeos con indígenas y con gentes afro de color.
En Europa el latino se mezcló con muchos de los pueblos que dominó: anglos, celtas, germanos, eslavos, etc., en los que abundaba el elemento rubio.
El cine de Hollywood no ha dudado en buscar intérpretes rubios WASP para hacer de romanos, pero no veremos nunca a un latinoamericano haciendo de Julio César, ¿verdad?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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