Así es, de Prada peca un poco de predeterminista, ese error tan poco católico y tan protestante, al suponer ciertas características como portadas genéticamente. Es el mismo error que cometen aquellos quienes achacan al separatismo ser hijo del carlismo, solo por el hecho de que en dos que otrora fueran importantes feudos hoy prosperen los partidarios del cisma nacional... o que, quién lo iba a decir, tengamos nietos de requetés entregados a Otegui y compañía.
Pues no, como sucede con el resto de españoles, no son la sombra de lo que fueron sus antepasados... por más que la genética sea la misma, desmintiendo de arriba a abajo los delirios de la idolatría genética.
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