Re: Trump reconoce Jerusalén como la capital de Israel

Iniciado por
Martin Ant
Magreb. Ni Marruecos ni Túnez tienen firmado un acuerdo de paz, aunque
son dos de las naciones árabes con las que mantiene mejores relaciones, con el turismo abierto a los israelíes en ambos países. Sin embargo, y pese a la presión de Washington, Marruecos ha negado los rumores de que se dispone a normalizar las relaciones. Rabat y Tel Aviv intercambiaron oficinas de enlace en 1994, pero con la intifada del 2000 Marruecos las cerró.
Fuente:
LA VANGUARDIA
Conocido es el lenguaje periodístico por su ambigüedad, escasa erudición, y con mucha frecuencia muy intencionado. Pero es necesario precisar que ni Marruecos, ni Túnez, son naciones árabes, sino musulmanas, pues árabe tiene sentido étnico, y aunque pueda haber elementos arábigos procedentes de la Edad Media y posteriores momentos, la composición étnica de estos dos países tiene un fuerte componente bereber. Esta precisión no es algo superfluo, por ejemplo en Europa nos distinguimos perfectamente entre latinos, germanos, nórdicos, dináricos y eslavos. Por otra parte, los intereses territoriales de estas dos naciones, y hay que incluir Argelia y Libia, no son los mismos que las que tienen las de Oriente Medio. Tampoco es igual la situación estratégica de todas ellas, ni las tensiones son del mismo tipo e intensidad.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores