Fuente: La Voz de Avilés, 6 de Mayo de 1969, página 4.
Diálogo sin fronteras con BLAS PIÑAR:
“La democracia cristiana tiene muy poco que ver con el auténtico catolicismo”
Blas Piñar tiene un aire a lo Conde Ciano, “de corte –decía Mateu de Ros– y hasta de físico joseantoniano. La arrogancia de su palabra; un hombre al cual yo admiro y respeto”. Su rostro pálido y fino, con un tinte bajo los párpados caídos, que nos recuerda ese azul de los niños de corta edad que han sufrido mucho. Los labios de Blas Piñar saben tomar todas las posturas. Cuando le escuché iniciar su discurso en el Salón de Actos de la Casa Sindical de Llaranes, con las palabras de esa canción alemana de nombre “Yo tenía un camarada”, sus labios se movían casi con ternura. En el momento de decir con desenfrenado apasionamiento: “Nosotros seguiremos convocando, con el Gobierno, al lado del Gobierno, en la medida de su lealtad, a los hombres y a las mujeres de España, a las juventudes trabajadoras y universitarias, a los profesionales, a los religiosos y a los sacerdotes; iremos convocando a todos aquéllos que sientan todavía la historia porque de esa manera puede proyectarse sobre el futuro; nosotros iremos recordando que la Falange no ha fallecido, que la Falange no está en estado gaseoso, que hay falangistas que siguen teniendo en el alma el sano espíritu nacional y revolucionario de José Antonio”; aquí los labios de Blas Piñar toman un tinte rojo, se descomponen hirientes y hacen por sí mismos que el público se ponga de pie. Ya han finalizado todos los discursos y los actos; quedan en el aire las frases suaves y medidoras de Mateu de Ros; otras del general Bulnes sobre Ifni, de las que se habla en todos los corrillos.
“EL FUTURO DE ESPAÑA”
Blas Piñar ha sido amable, todo lo amable que es un hombre que arrastra tras de sí a mucha gente. Nuestra primera pregunta es sobre el futuro de España. Anteriormente le había dicho que si alguna de mis interrogantes representaba para él un compromiso, no la contestara; ahora bien, las que me respondiera, que lo hiciera con claridad. No hubo problema; Blas Piñar, Procurador en Cortes nombrado por el Caudillo, consejero nacional, fundador de la revista “Fuerza Nueva” y Notario en Madrid, las ha contestado todas.
– No, no; yo contesto a todas –dijo, y responde así a la primera pregunta:
– Este futuro de mi país lo veo con inquietud y, al mismo tiempo, con seguridad. Con inquietud, por la confusión reinante; con seguridad, porque tengo confianza en las fuerzas políticas del país, en su patriotismo, y tengo, también, confianza plena en que, en el momento difícil, surgirán los hombres capaces de aglutinarlas y de [de]volverles la unidad perdida.
– Su concepto de la familia.
– La familia es la célula fundamental de la sociedad; por consiguiente, toda campaña que vaya a destruir su cohesión va, naturalmente, contra la sociedad.
– Ahora, señor Piñar, quisiéramos saber ¿qué piensa usted de la propiedad privada?
– Es un derecho natural del hombre; un hombre sin propiedad pierde su independencia; quienes atacan la propiedad privada, de una forma radical y absoluta, están atacando la propia naturaleza del hombre. La propiedad privada tiene una función social, nunca puede ser un instrumento para esclavizar a los otros.
– ¿Cómo ve a la Iglesia posconciliar?
– La Iglesia posconciliar auténtica, es una Iglesia eminentemente pastoral, sale al mundo para evangelizarlo, no ha abierto sus ventanas para secularizarse; cualquier interpretación de la Iglesia posconciliar que no coincida con este punto de vista no coincide con el punto de vista de los Papas.
“NO ME CONSIDERO UN HOMBRE DE EXTREMA DERECHA”
– ¿Se considera usted, un hombre de extrema derecha?
– No me considero un hombre de extrema derecha, ni de extrema izquierda; creo que los términos izquierda y derecha quedaron superados por la doctrina de José Antonio. Si, por ser hombre de izquierda, se entiende una persona que ama a su [in]quietud por los temas sociales, y no solamente inquietud, sino dedicación, sería un hombre de izquierda; si por derechas se entiende un hombre que ama a su patria, sería un hombre de derechas; José Antonio tuvo la inmensa habilidad e inteligencia política de unir el sentimiento de la revolución nacional con la idea de la patria, y todo ello ponerlo bajo un signo religioso.
– ¿Por qué ha dicho que vivimos en una época decadente, y que los jóvenes de ahora son menos hombres que los de antes?
– Bueno; de mí se han dicho tantas cosas que si tuviese que desmentirlas habría de consumir toneladas de papel. Yo no he dicho jamás que la juventud actual sea una juventud menos viril que la juventud anterior, que la juventud de antes de la guerra; lo que sí he dicho, es que hay ciertos sectores juveniles en el mundo occidental que se encuentran completamente gangrenados por la propaganda marxista, por la pornografía y por el uso de las drogas.
– Su definición de la democracia y la libertad.
– La democracia es la participación del pueblo en las tareas del gobierno, para lo cual hace falta que el hombre sea libre al objeto de decidir su independencia, su criterio sobre las tareas políticas.
La libertad no puede definirse; la libertad es el libre arbitrio para elegir entre el bien y el mal. Pero la libertad de conciencia, si es que usted me pregunta por esto, realmente no existe, puesto que el hombre no es autónomo frente a la ley moral.
EL FASCISMO, MUSSOLINI Y HITLER
– ¿Qué opina sobre el fascismo, Mussolini y Hitler?
– El fascismo y todos los movimientos de signo nacionalista que aparecen en la Europa de la pos-guerra, después de Versalles, son una consecuencia lógica de una paz impuesta de manera arbitraria por las potencias vencedoras. Mussolini, cuya procedencia socialista es bien conocida, levantó el espíritu nacional en Italia; fue un hombre realmente extraordinario; quizá su única equivocación, equivocación fatal, fue apresurarse a entrar en una guerra, en la que pudo haber sido el mediador más excelente, evitando la catástrofe de Europa.
Con lo que respecta a Hitler, austríaco, enamorado de la gran Alemania, el juicio hay que reservarlo todavía a la historia, porque la historia sobre Hitler, y sobre el Nacionalsocialismo, no la han escrito más que los vencedores.
– ¿Su postura ante los llamados “universitarios rebeldes”?
– La rebeldía es noble cuando busca un noble objetivo; la rebeldía no es más que un estallido de los instintos cuando refleja una pura intranquilidad que precisa desahogo. En la rebeldía contra la injusticia se basó precisamente todo el movimiento político de la Falange. La rebeldía, por consiguiente, es noble; [en] la rebeldía contra instituciones importadas, [que] cavaban el sentimiento y las costumbres nacionales, se inspiró el movimiento tradicionalista; pero en la rebeldía también fruto de los puros instintos, sin buscar esos objetivos nobles, se basa también el anarquismo y el comunismo. Hay una rebeldía santa y hay una rebeldía condenable, exactamente como hay una pasión que se ennoblece al servir causas, como por ejemplo, la de Dios, la de la patria; y hay una pasión desordenada, como es aquélla que se pone al servicio del crimen o del delito.
DESDE LA ETA HASTA MAO
– Quisiéramos su opinión sobre la ETA, Cirarda, Añoveros, Ché Guevara y Fidel Castro.
– La ETA es un movimiento subversivo, separatista, marxista, con unas guerrillas audaces que llaman “de asfalto” y la preparación de las guerrillas de monte, cuyo lema es la guerra contra España; es decir, secesión de las provincias vascas, españolas y francesas, para constituirse con ellas totalmente independiente. Entonces, la lucha de la ETA es contra España y contra los españoles, cualquiera que sea su ideario político; son los últimos flecos de un grupo realmente teocrático que fue el nacionalismo vasco, tal como lo pensó, lo concibió y lo dirigió Sabino Arana.
Monseñor Cirarda es un hombre extraordinariamente inteligente, preparado, sobre el cual ha caído una tarea gravísima; se encuentra con una diócesis, la que administra sobre todo, y a quien unas circunstancias que yo no conozco le han llevado a publicar la homilía y a mantener una postura que yo no comparto. Y que no comparto porque empiezo por no aceptar el Fuero Eclesiástico, tal y como está regulado en el artículo 16 de nuestro Concordato, que excede y supera incluso lo establecido en el Canon 120 del Código de Derecho Canónico.
Al doctor Añoveros, no lo conozco. Creo que no comparte algunos puntos de vista personales míos sobre el tema de libertad religiosa.
“Ché” Guevara es una de las personalidades más destacadas por la propaganda en los últimos tiempos. Su historia personal está llena de crímenes; el día en el que la historia demuestre cómo han sucedido los acontecimientos que motivaron su muerte en Bolivia, se sabrán muchas cosas.
Fidel Castro, por su parte, no era más que un agente del partido comunista, y ha transformado a Cuba en un inmenso campo de concentración.
– ¿Se mantiene usted en la postura de aquel famoso artículo titulado “Hipócritas” publicado en ABC contra USA?
– La publicación de aquel artículo me costó el puesto de director del Instituto de Cultura Hispánica. Pero yo no escribí el artículo contra los Estados Unidos de Norteamérica, sino contra una serie de potencias y contra la Administración concreta de los Estados Unidos en aquel momento, precisamente por la contradicción que existía entre los principios que esa Administración programaba y la política concreta que seguía.
– Ahora, ¿nos puede hablar del choque carlistas-Gobierno?
– En general, la política que el Gobierno ha seguido con respecto al carlismo me parece equivocada.
“NO ASPIRO A SER MINISTRO”
– ¿Aspira usted a ser ministro?
– No; aspiro simplemente a ser español que cumpla con su deber.
– Se habla de que usted es más papista que el Papa y más franquista que Franco.
– Bien, puede ser. No puedo juzgarme a mí mismo.
– ¿Cómo marcha “Fuerza Nueva”?
– Venciendo dificultades, aumenta cada día el número de suscriptores y de lectores, con toda la significación que un lector de “Fuerza Nueva” tiene desde el punto de vista político.
– ¿Qué piensa de la democracia cristiana?
– Otra profunda equivocación. La democracia cristiana responde a un talante, que creo tiene que ver poquísimo con el cristianismo auténtico y sincero.
– ¿Y de Ruiz-Giménez?
– Ruiz-Giménez varía de opinión continuamente. Yo no sé cuándo podría juzgarle; si cuando llevaba la camisa azul y presumía de ser hombre de la Vieja Guardia, o ahora, cuando habiendo cambiado ciento ochenta grados, se proclama neoliberal y neosocialista.
Así ha hablado Blas Piñar, personalidad discutidísima en el panorama político español.
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