Algo que saber sobre los gremios … los grandes desconocidos





“La jornada de ocho horas la tenían a principios del siglo XV algunos gremios. El Monasterio de El Escorial se hizo con esa jornada, y, por último, en 1593, dictó Felipe II una Cédula Real, implantándola en las Indias”

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¡Qué lejos nos quedan los gremios! Pero qué importante estudiar lo que representaron y su funcionamiento. Aprenderíamos muchos. La Revolución francesa los disolvió. Esto es ya más que significativo para darnos cuenta de su importancia. Sin la organización gremial en Europa pudo desarrollarse un capitalismo salvaje y sus reacciones revolucionarias ante sus abusos.

Recojo un extracto del artículo firmado por Ginés Martínez en la revista Tradición, Número 27, 1 de Febrero de 1934, páginas 52–54. y titulado “Los gremios españoles“. En el artículo se queja del olvido de los sorprendentes avances que supusieron los gremios para los trabajadores y el atraso de la modernidad capitalista. En el artículo reclama que no nos dejemos embelesar con pensadores modernos que reclaman lo que en España ya se consiguió hace muchos siglos:
” … España, que tiene en sus gremios antiguos la esencia de su legislación de trabajo, no necesita nada de nadie, pues con leyes propias pudo estar a la cabeza del mundo. Sólo necesita que sus pensadores y sociólogos, en vez de averiguar las chaladuras de ciertos melenudos extranjeros, se dediquen (demostrando algo más [de] patriotismo) a buscar la legislación propia, remozarla acoplándola al momento actual, y servir a la Patria, como ella se merece, poniendo a contribución toda su inteligencia para lograr el éxito.

Me duelen los oídos de oír hablar de las conquistas modernas, de las internacionales obreras, de las democracias y de otros cuentos tártaros. A éstos debemos contestarles diciendo que, en Alemania y otros países, tal vez sean conquistas modernas y democráticas, pero que en España eso es «guayaba» pura. Aquí no hemos ganado; por el contrario, hemos perdido. El obrero español tiene menos derechos que en el siglo XV. Esto es lo que me propongo demostrar en una serie de artículos, copiando documentos auténticos de esa época.


La jornada de ocho horas la tenían a principios del siglo XV algunos gremios. El Monasterio de El Escorial se hizo con esa jornada, y, por último, en 1593, dictó Felipe II una Cédula Real, implantándola en las Indias, o sea, en casi toda la América del Sur y parte de la del Norte.

En los gremios españoles no existía el burgués actual, pues el tener asalariados era un derecho que sólo se concedía a los maestros de los gremios, y, para serlo, habían de pasar de 4 a 6 años de aprendizaje (legislado), pasando después a examen, donde se les hacía oficiales (con título). Cuando corrían los años y adquirían más conocimientos, se presentaban a examen de maestro, y ya podían poner negocio y tener obreros a su servicio. Únicamente, por excepción, se concedía derecho a tener tienda a las viudas de los fallecidos en el oficio. Es decir, que un obrero podía a sus hijos legarles el derecho a vivir de lo que él fue. Hay que advertir que el tribunal lo elegían los agremiados entre sí.

De libertad profesional sólo diré que las reformas en los códigos del gremio sólo podían hacerse a propuesta de los interesados en asambleas.

Los dirigentes del gremio eran elegidos también en asambleas, donde no podían asistir más que los agremiados, y tenía que ser uno de ellos. Desde el momento que juraban el cargo, tenían más autoridad que los jueces hoy, pues podían decretar multas y castigos, hasta de varios meses de cárcel; podían confiscar y quemar mercancías mal fabricadas; y, caso de que alguien se resistiese, les bastaba con requerir a la fuerza pública para ejecutar por sí estos derechos.

Cada gremio tenía su hospital propio, para los agremiados y sus familias; tenían almacenes colectivos para proveerse de materiales, de donde los sacaban los agremiados, en más o menos cantidad, según fueran casados, con más o menos hijos, o solteros.

El interés público estaba asegurado, pues no se podía vender género sin estar reconocido y tasado el precio por el gremio. Estaba prohibido el intermediario, y las ventas habían de hacerse directamente del que lo producía al que lo consumía con el precio previamente tasado. En varios gremios, los maestros tenían fianza para responder de los géneros u obras que hicieran mal.

Estaba legislado en muchos el descanso los domingos y todos los festivos, mas la víspera cesaban los trabajos al toque de la Salve, y, como el trabajo se cobraba por mensualidades o años, era evidente que tenían semana inglesa y sueldo los días de descanso. Para despedir a un obrero, o éste marcharse del maestro, se precisaba el aviso previo y mutuo con 15 días”.


En la medida de nuestro tiempo y fuerzas iremos exponiendo la importancia de los gremios en la organización social y protección de las personas que impidió la estabilización de la vida pública y que la Revolución liberal eliminó y dotó de fama pésima.

Javier Barraycoa


https://barraycoa.com/2018/10/22/alg...-desconocidos/