Búsqueda avanzada de temas en el foro

Resultados 1 al 6 de 6
Honores9Víctor
  • 1 Mensaje de Valmadian
  • 2 Mensaje de ALACRAN
  • 2 Mensaje de DOBLE AGUILA
  • 1 Mensaje de Valmadian
  • 3 Mensaje de Valmadian

Tema: Votar o abstenerse

  1. #1
    Avatar de Valmadian
    Valmadian está desconectado Miembro tradicionalista
    Fecha de ingreso
    23 oct, 06
    Ubicación
    Buscando mi Patria, pero no la encuentro.
    Mensajes
    10,952
    Post Thanks / Like

    Votar o abstenerse

    Dos opciones, dos posibilidades, dos derechos, ¿pero son igualmente efectivos? para nada, esa es la realidad. En un Estado en el que el voto no es obligatorio, quienes deciden no ejercerlo no tienen los mismos derechos que quienes si lo hacen. Pero si son dos opciones ¿no debería existir para la abstención alguna forma presencial que demostrase su existencia? En mi opinión,hace mucho tiempo que tendría que haberse abierto este debate.

    Hay una alternativa, que es la de hacer el voto obligatorio, pero no se hace ¿por qué? Parece bastante obvio que no conviene, y es que la abstención está llena de aguafiestas que rompería el equilibrio del chiringuito que hay montado. Pero si no es así, y eso de que el que no vota no tiene derecho a reclamar nada es una falsedad en términos, así como un ataque a sus derechos. Ha habido ocasiones en las que ya lo he dicho, pero no está de más recordarlo. Tanto el que vota, como el que se abstiene paga impuestos para sostener todo esta tramoya . Esta es la realidad, como lo es también que quien paga, exige, y al igual que se hace cuando se lleva el coche al taller y se paga la factura de lo que se haga, o cuando se compra la carne o el pescado se paga exigiendo que sean frescos, o la falda, el pantalón, zapatos, etc., se pagan y se exige que tengan garantía y si no es así, se cambian o se devuelve el dinero, no votar no implica exención fiscal alguna y el que paga exige.

    ¿Y cómo podría ser una representación de la abstención? Pues también lo he dicho en otras ocasiones: escaños vacíos y del mismo modo, en ayuntamientos o en otras instituciones, sillones vacíos. Esta situación sería un permanente recordatorio de que un número determinado de españoles no están de acuerdo con lo que se les ofrece.

    Y ahora estamos ante la disyuntiva de si votar o la de abstenernos (hay que olvidar el voto en blanco que acaba en la cesta del más votado; y del voto nulo que ¿para qué sirve?). Si se vota no hay mucho donde elegir, si uno se abstiene pasa al baúl de los olvidos hasta la siguiente y sin poder hacer nada pues nada hay para la abstención. Si uno vota, al menos para muchos de nosotros, es para ir en contra de..., hacerles salir de las instituciones y tomarse la revancha, que paguen ellos todo lo que han hecho, robado con su corrupción, tergiversado o mentido, y un largo etcétera de motivos para ello, seamos claros, por que son muchos los españoles que están esperando y deseando eso. Se lo han ganado, eso sin duda y lamentablemente no hay más opciones que una en estos momentos de deriva total, de autoderribo de la nación, y esto es una disyuntiva entre un mal menor y otro mal menor. En el artículo siguiente el Prof., Soler Gil plantea la duda moral, la reflexión de qué hacer. Sacerdote y físico, su análisis es interesante, aunque como toda opinión discutible y él mismo así lo deja sentado creo recordar que en las respuestas a algunos comentarios (para ver éstos, pinchar en el enlace).


    No votar también es una opción

    El panorama político que nos encontramos, de cara a las elecciones de este año, es desolador. Lo que se nos plantea es elegir entre votar a partidos entregados al ídolo hedonista, al ídolo marxista o al ídolo nacionalista.

    Francisco José Soler Gil – 11/01/19

    Comienza un año electoral en España: Elecciones municipales, elecciones al parlamento europeo, a varios parlamentos regionales, y quizás alguna más... Y, como de costumbre, ahora es cuando los políticos nos mostrarán su rostro más amable, y su gesto más comprensivo. También hacia los católicos, por supuesto.

    Por eso, como católico de a pie, y como viejo colaborador de este medio, me gustaría explicar aquí qué opino de todo esto. Y me gustaría hacerlo ahora, cuando todavía faltan muchas semanas para que se desate la fiebre electoral, y por tanto aún se puede tratar de la cuestión política a media voz. Con cierta sobriedad y distanciamiento.

    Mejor ahora, además, porque no es agradable lo que tengo que escribir, y en estas fechas resultará menos molesto.

    Vayamos directamente al núcleo del problema: A mi modo de ver, todas las opciones políticas que van a concurrir en las elecciones de este año (al menos todas las que tienen ciertas posibilidades) se encuentran ligadas a alguno de los ídolos que tanta sangre han derramado en el siglo XX, y quién sabe cuánta más derramarán en el presente.

    Recordemos en pocas palabras los antecedentes: Debilitado el cristianismo en nuestra civilización occidental, el siglo XX se volcó ante todo en el culto a tres ídolos sanguinarios: la utopía marxista, la nación, y el sexo descomprometido.

    Los tres han propiciado matanzas y crueldades innumerables. En el primer caso asociadas con la construcción de sociedades paradisiacas, en países alambrados, de los que se soñaba con escapar; en el segundo las víctimas han sido inmoladas en el altar de la patria, las raíces, la identidad nacional, las banderas, etc.; mientras que el último exige cada año, desde hace ya medio siglo, la muerte de los más inocentes, a manos de sus propios padres.

    Por un momento pareció que sólo el ídolo hedonista-abortista mantendría sus adoradores en el siglo XXI, ya que el derrumbe de la Unión Soviética y sus satélites minaba la fe en la utopía marxista, y el nacionalismo había mostrado su horrible esencia en dos guerras mundiales devastadoras. Pero como la capacidad humana para recaer en el mal, y para desaprender de la experiencia, es formidable, han bastado muy pocos años, y ya tenemos otra vez el paisaje político dominado por unos y otros.

    La casi unanimidad de los partidos ni siquiera se plantea la posibilidad de limitar los sacrificios humanos en los abortorios. Al contrario, puesto que el sexo sin compromiso constituye poco menos que la religión oficial de nuestro tiempo, y los abortorios son sus lugares supremos de culto.

    No obstante, últimamente están apareciendo voces políticas que se dicen de derechas, y que sugieren alguna tímida modificación en este campo: un poquito de restricción quizás, un poquito menos libre la barra del crimen, alguna ayudita a las madres,... y a largo plazo, quizás, sí, tal vez,... a larguísimo plazo...

    No nos engañemos: Lo incierto, muy incierto, es que una formación así vaya a revertir la legislación abortista vigente, y lo cierto y efectivo es que va a contribuir al rebrote de nacionalismo que está socavando el proyecto de reconciliación y unión surgido de la experiencia de las guerras en Europa.

    ¡Ah! ¡Y la retórica que se emplea para ir rompiendo puentes, y envenenando la convivencia entre nuestros pueblos! Esas historias de burócratas, plutócratas, arbitrariedades y horrible mundialismo. Esas conspiraciones internacionales, trufadas con el recuerdo de tales o cuales agravios contra nuestra sacrosanta nación, o las declaraciones de tal o cual comisario progre, que en cierta ocasión dijo... ¡Qué terrible siembra de resentimientos y de discordia!

    Mañana, o pasado mañana, o dentro de un par de décadas, cuando por fin hayan triunfado los nacionalistas, tendremos de nuevo una Europa dividida en nacioncitas que se odian y se combaten. Quizás en varias de ellas se instalen de nuevo utopías aldeanomarxistas, o quizás no... el aborto, posiblemente, seguirá matando en todas. Porque el problema no era Europa, ni eran los burócratas, ni era la gran conspiración mundialista. El problema es que sin Cristo no hay humanidad.

    Pero... ¿acaso esas voces políticas que se dicen de derechas no reclaman nuestras raíces cristianas? Tampoco nos engañemos en esto: las reclaman por ser raíces, no por ser cristianas. Lo que busca el nacionalismo es convertir el cristianismo en una especie de religión tribal, que contribuya a reforzar la identidad nacional. Su Dios es la Nación, no Cristo.

    Pero no: El cristianismo no puede convertirse en una religión tribal sin renegar de su esencia. El cristianismo es, por su propia naturaleza, universalista. Puesto que todos los hombres hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, y redimidos al precio de la sangre de Cristo, no puede aceptar la superstición de las fronteras eternas, y las divisiones permanentes entre comunidades humanas, ya sean etnias, civilizaciones, razas, o lo que se quiera. El cristianismo aspira a la Cristiandad, a la reunión, también política, de todos los hombres.

    Y por eso no es casual que la idea de Europa como una unidad, más allá de lenguas, tribus o historias nacionales, surgiera de la mano de la extensión del cristianismo en el viejo continente. Y así hubo un tiempo en el que un hombre podía nacer en Italia, pongamos por ejemplo que en Aosta, vivir luego como monje-filósofo treinta años en Francia, pongamos que en la Abadía de Bec, y terminar sus días siendo arzobispo de Canterbury, sin sentirse extranjero en ningún momento. (Obviamente hablo de San Anselmo). El cristianismo es así. Y así lo entendieron los carolingios, en su esfuerzo por el Sacro Imperio, así lo entendió Dante, en su tratado sobre la monarquía universal, así lo entendió nuestro Carlos I, en su política internacional, y así lo entendió también Adenauer, en su esfuerzo por sentar las bases del orden europeo vigente. El orden que ahora combaten los identitarios.

    En definitiva, el panorama político que nos encontramos, de cara a las elecciones de este año, es desolador. Lo que se nos plantea es elegir entre votar a partidos entregados al ídolo hedonista, al ídolo marxista o al ídolo nacionalista.

    ¿Habría que buscar el mal menor? Ninguna de estas opciones constituye un mal menor. El mal menor, en nuestro país, nos pongamos como nos pongamos, sigue siendo el de siempre: el Partido Pusilánime. El partido que nunca se ha opuesto efectivamente a nada, ni ha frenado nada, ni ha suavizado nada. El partido que no tiene olor, ni color ni sabor. ¿Y para qué sirve votar algo así?

    Hará cosa de unos diez años, más o menos, cierto medio de comunicación me pidió un artículo, en un momento en el que bastantes amigos míos católicos andaban aún encandilados con el voto malminorista. Y escribí, pensando en ellos, un texto que se titulaba «apología del voto inútil». Ahora, una década después, la situación política ha empeorado tanto, que tendría más bien que escribir una «apología de la abstención». Puesto que, hasta donde yo alcanzo a entender, no votar es una opción perfectamente legítima en un marco como el descrito. Y hasta bien pudiera ser la más sensata.

    ¿Nos lloverán las críticas? ¿Nos acusarán de «puros», «equidistantes», «gente que sólo sirve para criticar», «escapistas que se quedan en su torre de marfil, para no tener que ensuciarse», etc. etc. etc.? Sí, claro,... ¿Y qué?

    Francisco José Soler Gil


    No votar también es una opción - Francisco José Soler Gil
    Kontrapoder dio el Víctor.
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


    Nada sin Dios

  2. #2
    Avatar de ALACRAN
    ALACRAN está desconectado "inasequibles al desaliento"
    Fecha de ingreso
    11 nov, 06
    Mensajes
    5,163
    Post Thanks / Like

    Re: Votar o abstenerse

    Vayamos directamente al núcleo del problema: A mi modo de ver, todas las opciones políticas que van a concurrir en las elecciones de este año (al menos todas las que tienen ciertas posibilidades) se encuentran ligadas a alguno de los ídolos que tanta sangre han derramado en el siglo XX, y quién sabe cuánta más derramarán en el presente.

    Recordemos en pocas palabras los antecedentes: Debilitado el cristianismo en nuestra civilización occidental, el siglo XX se volcó ante todo en el culto a tres ídolos sanguinarios: la utopía marxista, la nación, y el sexo descomprometido.

    Los tres han propiciado matanzas y crueldades innumerables. En el primer caso asociadas con la construcción de sociedades paradisiacas, en países alambrados, de los que se soñaba con escapar; en el segundo las víctimas han sido inmoladas en el altar de la patria, las raíces, la identidad nacional, las banderas, etc.; mientras que el último exige cada año, desde hace ya medio siglo, la muerte de los más inocentes, a manos de sus propios padres
    Eso
    de decir que la nación es "ídolo sanguinario" equiparable al comunismo y al aborto me parece una sandez criminal. O cuando menos una majadería. Ningún papa preconciliar jamás condenó la defensa de la nación y siempre defendieron el amor a la patria, sus tradiciones como algo sagrado.

    Habla de víctimas inmoladas en el altar de la patria, como algo horrible cuando el propio León XIII defendia el amor a la patria como algo sagrado:

    "...hemos de amar a la Patria que nos ha dado la vida mortal; pero debemos tener un amor más entrañable a la Iglesia...
    el amor sobrenatural de la Iglesia y el amor natural debido a la Patria son dos amores que proceden de un mismo principio eterno... el mismo Dios. (Sapientiae Christianae, 3)
    http://es.catholic.net/op/articulos/...ristianae.html

    ¿Y ahora nos viene este a decir que nuestra patria debe ser acaso la mundialista musulmana homosexualista maravillosa de Soros y sus amigos, con Francisco tocando palmas?

    Pero para hacer un artículo que en definitiva pretende criminalizar a Vox equiparándolo a Podemos reconozco que puede colar.

    Pero... ¿acaso esas voces políticas que se dicen de derechas no reclaman nuestras raíces cristianas? Tampoco nos engañemos en esto: las reclaman por ser raíces, no por ser cristianas. Lo que busca el nacionalismo es convertir el cristianismo en una especie de religión tribal, que contribuya a reforzar la identidad nacional. Su Dios es la Nación, no Cristo.
    Si fueras más cristiano de lo que eres no te molestaría que alguien defendiera el derecho de tu país a seguir con su religión de siglos. Pero, en fin, los cristianos de tu onda se mueven más cómodos en ambientes laicistas con Alá al fondo.

    ¿Nos lloverán las críticas? ¿Nos acusarán de «puros», «equidistantes», «gente que sólo sirve para criticar», «escapistas que se quedan en su torre de marfil, para no tener que ensuciarse», etc. etc. etc.? Sí, claro,... ¿Y qué?
    Que no cuela.

    .
    Última edición por ALACRAN; 20/01/2019 a las 17:52
    Valmadian y Rodrigo dieron el Víctor.

  3. #3
    DOBLE AGUILA está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    03 jun, 14
    Mensajes
    1,494
    Post Thanks / Like

    Re: Votar o abstenerse

    Recordemos en pocas palabras los antecedentes: Debilitado el cristianismo en nuestra civilización occidental, el siglo XX se volcó ante todo en el culto a tres ídolos sanguinarios: la utopía marxista, la nación, y el sexo descomprometido.
    Por "nación" se está refiriendo a la revolucionaria, o "nación constitucional" (creo yo). Nada tiene que ver con nación en el sentido tradicional como Reino o parte del mismo:

    "Del nombre lat natio. it, vale Reyno o provincia extendida, como la NACIÓN ESPAÑOLA". (Diccionario Covarrubias, 1611)

    Tesoro de la lengua castellana o española - Fondos Digitalizados de la Universidad de Sevilla

    La nación en sentido contemporáneo, va unida intrínsecamente al concepto de "soberanía", que implica no aceptar mayor autoridad (en ningún orden) que aquella salida de las voluntades mayoritarias expresadas en una Constitución. Es decir, un concepto absolutamente anticristiano consagrador del más puro relativismo.
    Última edición por DOBLE AGUILA; 20/01/2019 a las 21:51
    Valmadian y Hyeronimus dieron el Víctor.

  4. #4
    Avatar de Valmadian
    Valmadian está desconectado Miembro tradicionalista
    Fecha de ingreso
    23 oct, 06
    Ubicación
    Buscando mi Patria, pero no la encuentro.
    Mensajes
    10,952
    Post Thanks / Like

    Re: Votar o abstenerse

    Cita Iniciado por ALACRAN Ver mensaje


    Eso
    de decir que la nación es "ídolo sanguinario" equiparable al comunismo y al aborto me parece una sandez criminal. O cuando menos una majadería. Ningún papa preconciliar jamás condenó la defensa de la nación y siempre defendieron el amor a la patria, sus tradiciones como algo sagrado.

    Habla de víctimas inmoladas en el altar de la patria, como algo horrible cuando el propio León XIII defendia el amor a la patria como algo sagrado:

    "...hemos de amar a la Patria que nos ha dado la vida mortal; pero debemos tener un amor más entrañable a la Iglesia...
    el amor sobrenatural de la Iglesia y el amor natural debido a la Patria son dos amores que proceden de un mismo principio eterno... el mismo Dios. (Sapientiae Christianae, 3)
    Catholic.net - Encíclica Sapientiae Christianae

    ¿Y ahora nos viene este a decir que nuestra patria debe ser acaso la mundialista musulmana homosexualista maravillosa de Soros y sus amigos, con Francisco tocando palmas?

    Pero para hacer un artículo que en definitiva pretende criminalizar a Vox equiparándolo a Podemos reconozco que puede colar.

    Si fueras más cristiano de lo que eres no te molestaría que alguien defendiera el derecho de tu país a seguir con su religión de siglos. Pero, en fin, los cristianos de tu onda se mueven más cómodos en ambientes laicistas con Alá al fondo.

    Que no cuela.

    .
    No hay que escandalizarse con lo que dice, pues sólo es una opinión, la suya tal como dice, además la política no es su campo. El suyo es la Física, especialmente la Cosmología en la que es invitado a dar numerosas conferencias en universidades españolas y en las de otros países. Rebate a todos los que sostienen que el Universo es producto del azar, sino que es obra de creación divina. Se apoya en Santo Tomás y lo contrapone a Hawking. Es decir, en este campo es toda una autoridad.

    Y, por cierto, en el post anterior se me olvidó poner el enlace al sitio en el que aparece ese artículo.

    No votar también es una opción - Francisco José Soler Gil
    ALACRAN dio el Víctor.
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


    Nada sin Dios

  5. #5
    Avatar de Valmadian
    Valmadian está desconectado Miembro tradicionalista
    Fecha de ingreso
    23 oct, 06
    Ubicación
    Buscando mi Patria, pero no la encuentro.
    Mensajes
    10,952
    Post Thanks / Like

    Re: Votar o abstenerse

    Cita Iniciado por DOBLE AGUILA Ver mensaje
    Por "nación" se está refiriendo a la revolucionaria, o "nación constitucional" (creo yo). Nada tiene que ver con nación en el sentido tradicional como Reino o parte del mismo:

    "Del nombre lat natio. it, vale Reyno o provincia extendida, como la NACIÓN ESPAÑOLA". (Diccionario Covarrubias, 1611)

    Tesoro de la lengua castellana o española - Fondos Digitalizados de la Universidad de Sevilla

    La nación en sentido contemporáneo, va unida intrínsecamente al concepto de "soberanía", que implica no aceptar mayor autoridad (en ningún orden) que aquella salida de las voluntades mayoritarias expresadas en una Constitución. Es decir, un concepto absolutamente anticristiano consagrador del más puro relativismo.
    No cabe duda de que la Politología y la Historia no son ciencias exactas. Si las interpretaciones, en especial las politológicas, se hacen desde diferentes enfoques de análisis predeterminados, bien por el método, bien por la ideología, suele resultar complicado llegar a elaborar un cuerpo teórico aceptado mayoritariamente. Recuerdo que en CC Políticas y Sociología de la Complutense, y por poner unos ejemplos, el muy conocido Prof., Dalmacio Negro Pavón impartía su materia Historia de las Ideas y de las Formas Políticas desde un enfoque de la evolución de las leyes y su plasmación en las instituciones y, como es lógico, en las acciones de gobernantes, etc., etc. Sin embargo, en el mismo Departamento estaba también el Prof., Juan Trías Vejarano, el cual al mismo programa aplicaba la lucha de clases como interpretación de la Historia de las Ideas. Supongo que no hace falta explicar que al final parecían dos asignaturas diferentes.

    Entonces, términos como patria, nación, estado, pueblo, soberanía, libertad..., raramente encuentran una definición común, o al menos muy similar. Por eso el enfoque es determinante, resultando en ocasiones indiferente que quien lo hace sea un estudioso, que ocupe una cátedra, un ensayista, o un simple interesado al que le gusta pensar por si mismo. Dependiendo de quien se trate, así se hace la interpretación. Por supuesto, el contexto es también esencial, porque el término "nación" que proviene de la Revolución francesa posiblemente es la antítesis del que procede de Roma, más próximo al de patria. De ahí también que el ius solis francés, se opone al ius sanguinis alemán. Los cuales, simplificando, se aplican el primero a naciones nuevas, y el otro a naciones con una larga historia. Sin embargo, el caso español es aparte, porque no hay unidad en el sentido de la historia, y se ve a diario, pretendiendo aplicar el "derecho de suelo" a todo el que llega allende las fronteras. Y esto, ante el fenómeno inmigratorio actual, tampoco es una novedad: la mitad o similar de los catalanes son andaluces y un tanto por ciento importante de ellos son separatistas catalanes. Pero es que pasa igual con el País Vasco, donde el hijo de inmigrante de cualquier otra región española, rompe con su tradición familiar y se hace independentista. Hay en ello un fuerte deseo de asimilación y de aceptación de los naturales cuyo origen se remonta muchas generaciones atrás.

    Se puede objetar que no es igual la integración de alguien que proviene de África, que la de cualquier español de la región que se quiera y que ha emigrado a Cataluña o al País Vasco. Y hasta un punto estoy de acuerdo, porque las diferencias entre el inmigrante y la sociedad española que lo acoge son muy grandes y diversas, mientras que dichas diferencias entre catalanes o vascos y..., "de donde se venga" son evidentemente mucho más pequeñas, existiendo un sustrato común amplio. Pero el origen geográfico, o el sitio en el que se reside, también tiene alguna impronta en el modo de entender y ver las cosas. Hay un caso especial para nosotros, como españoles, en el que se puede ver lo que quiero decir, y me refiero a Gibraltar. El problema, la reivindicación, la reclamación..., varía en el modo de interpretar el asunto y en su intensidad, dependiendo desde donde se observe. Es manifiesto que no es igual para un natural de La Línea de la Concepción, que para uno de Santander o de Lugo, al que la Roca le coge a más de mil kilómetros de distancia y, peculiarmente, Cornualles en el Sur de Inglaterra está doscientos kilómetros más cerca.

    Y por si estas cuestiones no fueran suficientes, cuando los revolucionarios franceses se apoderaron de la soberanía del monarca, la repartieron entre los ciudadanos (algo imposible por sentido común), acabaron inventándose los partidos políticos (o sumas de partes alícuotas de soberanía repartidas entre los ciudadanos por igual), no existía ni la enseñanza, ni los medios de comunicación actuales. Lo que viene a suceder es que el tsunami revolucionario que arrancó entonces, nadie ha sido capaz de frenarlo y sigue su marcha. Por tanto, es complicado pretender invertir su trayectoria, y no digamos sustituirlo mediante la restauración del viejo orden.
    Última edición por Valmadian; 21/01/2019 a las 00:06
    Kontrapoder, ALACRAN y DOBLE AGUILA dieron el Víctor.
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


    Nada sin Dios

  6. #6
    Avatar de ALACRAN
    ALACRAN está desconectado "inasequibles al desaliento"
    Fecha de ingreso
    11 nov, 06
    Mensajes
    5,163
    Post Thanks / Like

    Re: Votar o abstenerse

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    Cita Iniciado por DOBLE AGUILA Ver mensaje
    Por "nación" se está refiriendo a la revolucionaria, o "nación constitucional" (creo yo). Nada tiene que ver con nación en el sentido tradicional como Reino o parte del mismo:

    "Del nombre lat natio. it, vale Reyno o provincia extendida, como la NACIÓN ESPAÑOLA". (Diccionario Covarrubias, 1611)

    Tesoro de la lengua castellana o española - Fondos Digitalizados de la Universidad de Sevilla

    La nación en sentido contemporáneo, va unida intrínsecamente al concepto de "soberanía", que implica no aceptar mayor autoridad (en ningún orden) que aquella salida de las voluntades mayoritarias expresadas en una Constitución. Es decir, un concepto absolutamente anticristiano consagrador del más puro relativismo.
    Ya contaba con esa distinción, pero no creo que el articulista tenga nivel para conocer esas especificaciones, aparte de que le supongo de los que ignoran que el Estado en España nació con los Reyes Católicos (justicia, ejército, administración, Consejos, etc.)

    Pero si hubiera duda, bien claro especifica nuestro mundialista lo que entiende por nación: es la de ahora y la de siempre
    las víctimas han sido inmoladas en el altar de la patria, las raíces, la identidad nacional, las banderas, etc
    Pero vamos, no hay que hilar tan fino: el mundialista solo nos pide abstenernos de votar a Vox, partido "nacionalista", bajo pena de ser cómplice de los modernos "ídolos sanguinarios" que volverán a "derramar sangre".
    Algunos vemos no tan lejano el derramamiento de sangre de cristianos a manos de ese Islam que el mundialismo pacifista nos introduce; pero eso a este "cristianísimo" articulista parece importarle un pimiento...

    No obstante, últimamente están apareciendo voces políticas que se dicen de derechas, y que sugieren alguna tímida modificación en este campo: un poquito de restricción quizás, un poquito menos libre la barra del crimen, alguna ayudita a las madres,... y a largo plazo, quizás, sí, tal vez,... a larguísimo plazo...

    No nos engañemos: Lo incierto, muy incierto, es que una formación así vaya a revertir la legislación abortista vigente, y lo cierto y efectivo es que va a contribuir al rebrote de nacionalismo que está socavando el proyecto de reconciliación y unión surgido de la experiencia de las guerras en Europa.

    ¡Ah! ¡Y la retórica que se emplea para ir rompiendo puentes, y envenenando la convivencia entre nuestros pueblos! Esas historias de burócratas, plutócratas, arbitrariedades y horrible mundialismo. Esas conspiraciones internacionales, trufadas con el recuerdo de tales o cuales agravios contra nuestra sacrosanta nación, o las declaraciones de tal o cual comisario progre, que en cierta ocasión dijo... ¡Qué terrible siembra de resentimientos y de discordia!
    ¡Qué contento está el tipo con el nuevo orden mundial!
    Última edición por ALACRAN; 21/01/2019 a las 17:43

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. «¿Deber de votar?» por Álvaro d' Ors
    Por Pious en el foro Política y Sociedad
    Respuestas: 1
    Último mensaje: 23/01/2018, 11:19
  2. ¿Es una irresponsabilidad votar?
    Por Alejandro Farnesio en el foro Política y Sociedad
    Respuestas: 11
    Último mensaje: 28/10/2011, 16:17
  3. ¿Votar al P$OE?
    Por Valmadian en el foro Política y Sociedad
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 22/08/2011, 16:33
  4. Votar A Partidos Catolicos
    Por CAMISA AZUL en el foro Tertúlia
    Respuestas: 1
    Último mensaje: 08/05/2007, 22:50
  5. Respuestas: 3
    Último mensaje: 17/05/2006, 17:27

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •