Dejarse de filosofías y elucubraciones morales, que aquí solo se trata del odio y envidia de feminazis contra los que ellas llaman "puteros", esos varones heterosexuales que, a cualquier edad, se lo pasan pipa con innumerables jovencitas durante años y años, mientras ellas por motivos de edad y de estética no pueden comerse un rosco.
Las prostitutas reales les importan un pimiento. Prostitutas que, por cierto, una buena parte gana en un día más que su cliente en un mes… Y a las que sus “redentoras” va a condenar a trabajar de chachas, fregando escaleras y váteres por 600 euros al mes, o a cambiar de país.
La finalidad es criminalizar, multar y encarcelar "puteros". No darle más vueltas.
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