LOS TERRORISTAS MUSULMANES Y LOS ISRAELÍES NOS EMPUJAN HACIA UNA TERCERA GUERRA MUNDIAL
El Líbano es un país católico y uno de los más pequeños del mundo árabe. Ese es el país que Israel eligió para atacar en forma brutal sin que la comunidad internacional haya intervenido para impedirlo. Por el contrario, el "derechista" Bush ha justificado el ataque declarando que "Israel tiene derecho a defenderse".
Es tan obvia la falsedad del argumento que su uso es una prueba de cinismo. No está usado para justificar ni para convencer sino como una excusa frívola de un acto indefendible. Es apenas un barniz de aparente racionalidad para encubrir actos de pura fuerza y contra toda justicia, como el cometido por el Presidente de la mayor potencia mundial en Afganistán atacándolo como represalia por el inicuo atentado contra las "Torres Gemelas", pero sin incomodarse en absoluto cuando al cabo de tres años no se ha descubierto ni una sola prueba de que los terroristas que cometieron el horrendo crimen hubieran sido mandados desde ese paìs ni que el supuesto jefe de la banda, el famoso e invisible Ben Laden, lo usara como sede de su comando. Entretanto, en las montañas de Afganistán hay miles de víctimas inocentes causadas por ese ataque disparatado.
La misma lógica le sirvió a Bush para invadir Irak con la excusa de que tenía armas atómicas. Nunca se probó que las tuviera, pero sí hay miles de muertes de inocentes causadas por la invasión y durante la inepta ocupación del país.
Mientras tanto el tirano Sadam Hussein se burla de quienes lo juzgan y se demora inexplicablemente su castigo. ¿Tanto tiempo lleva probar sus crímenes cuando hace dos años se decía que eran tan notorios -y no dudo que lo eran- como para justificar la invasión de un país y la muerte de muchos soldados norteamericanos en la aventura?
Ahora Israel sigue la misma huella con el apoyo incondicional del gobierno de Bush. No digo con el apoyo de los EEUU porque las últimas encuestas prueban que la mayoría de los norteamericanos finalmente se ha dado cuenta que la política indiscriminadamente agresiva de Bush está equivocada y que lejos de proteger a los EEUU contra el terrorismo lo expone aún más. Una vez que el mejor se releva a sí mismo de las reglas más elementales de la moral y de la justicia civilizada, ¿qué puede esperarse de los criminales enloquecidos que militan en las filas del terrorismo?
Supongo que ese cambio de la opinión pública norteamericana (mal informada al comienzo y ahora mejor informada) debe hacer que ahora haya comprendido que no es posible arriesgar la seguridad de su país sosteniendo contra todo derecho las agresiones cometidas por otro país, por amigo que sea. Uno está obligado a apoyar a sus amigos, pero no cuando cometen crímenes enloquecidos. Ni siquiera cuando ese amigo es Israel...
Israel no podría sostener su agresión contra el Líbano sino tuviera el apoyo político y logístico de los EEUU. Por lo tanto, no pueden ignorar los norteamericanos que el gobierno de Bush es partícipe de la injusticia que se comete contra el pequeño país católico del Medio Oriente. Espero que la opinión pública de esa gran nación se movilice, como sabe hacerlo, para exigir la inmediata interrupción de esa política indigna y suicida en la que los EEUU no son más que un furgón de cola de Israel.
Dice el gobierno de ese país que el objetivo de su ataque es el grupo terrorista Hezbollah, pero no parece ser verdad. El objetivo parecía ser, más bien, la destrucción y ocupación del Líbano para provocar una guerra generalizada.
Los diarios informan que los bombardeos israelíes se lanzan contra Beirut y otras ciudades del Líbano, contra las rutas, los aeropuertos, los puentes, las usinas eléctricas, las plantas potabilizadoras de agua, los cuarteles del ejército libanés y contra los civiles en general, sin distinción de sexo ni edad. Niños, mujeres, civiles y gente pacífica mueren bajo las bombas arrojadas a mansalva sin que se alegue, ni como excusa, que tengan relación con el Hezbollah.
El ataque indiscriminado contra el Líbano es tan descabellado como inicuo. No tiene el menor asidero. Supóngase que un residente de Buenos Aires fuese asaltado mientras camina por la ciudad de La Plata. Resuelve vengarse, pero cómo no sabe quien lo atacó mata a diez vecinos cualesquiera de esa ciudad. ¿¡Le parece que sería justo y razonable o, al menos, útil!? Los verdaderos atacantes se reirán en sus cubiles y poco les costará reclutar a diez parientes de los muertos para formar una banda que se dedique a asesinar porteños...
Mientras tanto, dicen los diarios con sospechosa exageración, que Israel sufre una lluvia de misiles arrojados por el Hezbollah desde el Líbano. Sin embargo en esta parte del noticiero hay dos puntos que causan intriga: 1) La corresponsal de "La Nación" en Haifa informa que ella sólo pudo contar 16 explosiones en la ciudad el Lunes 17 de Julio que dejaron tres heridos, ningún muerto y un sólo edificio seriamente dañado ("La Nación", 18/7/2006, pag. 3). ¿Hubo cohetes contra otras ciudades como para poder hablar de una "lluvia de cohetes"? ¿Por qué no se informa? 2) La aviaciòn israelí es la mejor del Medio Oriente: ¿no pudo determinar de donde parten esos cohetes y destruir el arsenal con sus plataformas de lanzamiento? Dado el escaso alcance de esas armas del Hezbollah, los lugares deben ser cercanos a la frontera con Israel. ¿Por qué no se destruyen esos lugares en vez de destruir todo el Líbano y matar civiles inocentes?
Los terroristas islamitas son fanáticos mandados por canallas. Lo primero que hay que hacer para derrotarlos es aislarlos. Es un verdadero disparate regalarles la solidaridad de las poblaciones que los rodean atacándolas indiscriminadamente. Esto lo sabe hasta Perogrullo pero, al parecer, los "grandes estadistas" de Occidente y de Israel, no lo saben.
Entretanto Rusia, China, Irán, Siria, Cuba, Venezuela y los demás países comunistas, algunos de los cuales tienen bombas atómicas, apoyan a los países árabes que se solidarizan con el Hezbollah. Bush e Israel les ofrecen la posibilidad de presentarse como amantes de la Justicia puesto que exigen lo que es obviamente justo: que Israel cese en su agresión contra el Líbano y contra los civiles de Palestina.
Europa, como Poncio Pilatos, se lava las manos aunque sabe, o debería saber, que si las cosas siguen su curso se verá arrastrada a una guerra total en la que forzosamente estará del lado de los agresores porque jamás podrá hacer causa común con Rusia, China, Irán, Siria y Cuba.
Es hora de que los dirigentes del mundo se saquen la careta: ¿Quieren una tercera guerra mundial? ¡¡¡¿¿¿POR QUÉ!!!??? ¿No está probado hasta la saciedad que las guerras -y más las grandes guerras como las dos del siglo XX- son causa de horrendos crímenes, indecibles sufrimientos y de pésimas consecuencias?
Es evidente que el único país que gana con una guerra total es Israel porque: 1) ya está en guerra desde hace 60 años y una gran guerra sólo sería para ella más de lo mismo y 2) porque obligaría a todo Occidente a apoyarla puesto que del otro lado estaría todo el mundo musulmán aliado con Rusia y China.
Siendo esto así hasta sería posible que Israel, en algún momento de su demencial escalada bélica, usara su arsenal de bombas atómicas en cuyo caso la guerra mundial sería inevitable... y sería una guerra atómica. Lo que eso significa es inimaginable.
Pidamos a la Santísima Virgen que salve al mundo de esa hecatombe infernal.
Cosme Beccar Varela
http://www.labotellaalmar.com/
Imperium Hispaniae
"En el imperio se ofrece y se comparte cultura, conocimiento y espiritualidad. En el imperialismo solo sometimiento y dominio económico-militar. Defendemos el IMPERIO, nos alejamos de todos los IMPERIALISMOS."
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