19 de mayo de 2007
Batasuna desvelaba ayer que la anulación de la mitad de las candidaturas de ANV, no era mas que un incumplimiento de los compromisos adquiridos en la reunión de abril, de la que dio cuenta el Diario ABC, y, a través de «Gara», desvelaba ayer que el PSOE mantuvo 25 reuniones con el aparato proetarra entre el 2000 y el 2001 (aún gobernaba el PP) y hasta antes del «alto el fuego permanente» de marzo de 2006. Los pro-etarras tachan al Presidente Zapatero de «desleal», ya que mientras desde la oposición proponía al Ejecutivo de Aznar el Pacto Antiterrorista, sus compañeros del PSE hablaban en secreto con Otegui, en torno a una mesa en la que ETA iba acumulando cadáveres, entre ellos, los de los socialistas Ernest Lluch Martín, Froilan Elespe Inciarte, Juan Priede Pérez o Joseba Pagazaurtundúa Ruíz. No puedo imaginar que se tiene que sentir el ponerte delante de una viuda, horas después de estar dialogando con quien le ha regalado esa condición, tiene que ser duro, a no ser que no te importen lo mas mínimo, a los ya mencionados se les pueden añadir los nombres de Germán González López, Enrique Casas Vila, Vicente Gajate Martín, Fernando Mugica Herzog, Fernando Buesa Blanco, José Luís López de la Calle y Juan María Jáuregui, para así completar la fatídica lista de socialistas asesinados por la banda etarra.
Parece ser que tras reunirse los etarras en abril con emisarios del Gobierno, estos confiaban en que iba a colar prácticamente todas las candidaturas de ANV y ese exceso de confianza le llevó a meter batasunos a mansalva, ya se creían intocables, socios del Gobierno a un 50 %, vosotros dais todo y nosotros no os tocamos un pelo.
Siempre según el Diario «Gara», el «embrión» del proceso se remonta a finales de 1999, cuando una delegación del PSE, formada por Nicolás Redondo, José María Benegas y Jesús Eguiguren, se reunió con Otegui. Pero los contactos se interrumpieron cuando a principios de 2000 la banda volvió a la actividad criminal.

Las conversaciones se reanudaron en 2001, a pesar de que tan sólo meses antes el «comando Barcelona» había asesinado a Ernest Lluch. Y se celebran «de forma ininterrumpida» hasta 2006, pese a que en 2000 el entonces líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso al Ejecutivo de Aznar la firma del Pacto Antiterrorista y en 2001 la banda acababa con la vida, entre otros, del socialista Froilán Elespe, el popular Manuel Giménez Abad y el edil de UPN José Javier Múgica.

Pese a todo esto Batasuna y PSOE consensúan que «el objetivo de estas conversaciones es intentar acordar las condiciones políticas que permitan establecer un escenario de resolución del conflicto político vasco».
Ya con Zapatero en La Moncloa. En enero de 2006, Batasuna puso sobre la mesa «un guión de debate para una solución política a un conflicto político» al que «ni PSOE ni PNV le pondrían reparos». El guión trasladado por Otegui incluye una «constatación de la existencia del conflicto, reconocimiento del carácter político del mismo, su naturaleza histórica, la definición de Euskal Herria como el ámbito geográfico del conflicto, una apuesta por la paz y la resolución del conflicto, el compromiso con el diálogo democrático como único instrumento para su superación y una apuesta por construir un escenario democrático y de paz acordado».
Los principios del diálogo, según esta versión, serían abordar «todas las raíces del conflicto y buscar su superación de manera acordada y democrática», respeto a la voluntad libremente expresada, con el principio de autodeterminación y la admisión de que se ejercitará «mediante la fórmula que acuerden los agentes políticos de Euskal Herria».
El guión se refiere a la creación de una mesa de diálogo multilateral «para el conjunto de Euskal Herria», que incluye Navarra. El hipotético acuerdo debería someterse al refrendo popular, ser ratificado por quienes lo suscriban y negociado con los Estados español y francés. El «guión» de Otegui proponía la presencia de organismos y personalidades de carácter internacional para garantizar «tanto en términos técnicos como políticos el buen desarrollo del proceso».

Ante estas revelaciones de «Gara», el Gobierno -por boca de su vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega- evitó hasta por tres veces confirmar o desmentir la información. Con el argumento de que para el Ejecutivo socialista esa noticia «no existe» porque proviene de una formación política ilegalizada, (Recordarle a la Señora Ministra que el Diario GARA no esta ilegalizado, si bien ya es triste que hayamos llegado a un punto, en el cual mucha gente se cree mas lo que dice GARA que lo que dice el Gobierno) De la Vega trató de eludir las reiteradas aclaraciones que le pedían los informadores. Y eso que minutos antes la «número dos» del Gobierno señalaba -en defensa de Sebastián y en contra de Gallardón- que «en democracia, la obligación de todo dirigente político es responder a lo que le pregunten».
Como única afirmación, la vicepresidenta quiso dejar claro a los periodistas que el Gabinete de Zapatero sólo tienen un compromiso, «que es el suscrito con los ciudadanos y que, por cierto, se está cumpliendo y seguirá cumpliendo hasta el final de la legislatura».
Ahora me gustaría saber lo que piensan las familias de algunos de los socialistas asesinados por ETA, quizás hayan cambiado de opinión, quizás no……