ISIDORIANISMO FRENTE A “ LEGITIMISMO “ :
Leí una vez en una entrevista al grupo de RAC Español “ Tercios “ : “ La Monarquía es la forma de Gobierno Tradicional de España “. Y sí, esta frase podría suscribirla yo mismo en un momento dado, pero claro que hay que matizar :
El concepto isidoriano encarna el ideal aristocrático hispanista : El Rex como Primer Soldado de la Patria, el Princeps que se debe a sus leyes y que se erige como Guardián de la Autoridad de Dios en la Patria; justificando nuestra natural
Tradición Tiranocida. En verdad, la tradición del Rex-Belicosvs-arraiga desde nuestra más honda Antigüedad, desde Chalbo, Culchas, Indíbil, Mandonio, Viriato, Corocotta o Argantonio. Por algo fuimos “ el Vietnam de Roma “ como dice Juan Antonio Cebrián, durante dos siglos; mientras en apenas una década se conquistan las Galias y la Britania….
El legitimismo, mentalidad mediocre característica de los gabachos, radica en la idolatría del apellido puro y duro, teniendo más en cuenta un mero hecho material que los reales méritos. Toda una corriente que aboga por la ley sálica ( o semisálica; como quieren entender algunos….) que nos trajeron los Borbones; si esa ley hubiera sido ( Que NO lo es ) de tradicional raigambre española, no hubiéramos podido tener a una Isabel la Católica…Por desgracia, esta corriente ha influenciado mucho a los tradicionalistas italianos, muchos de los cuales se declaran “ neoborbónicos “….Y es que un servidor entendería que se declarasen monárquicos, pero ¿ borbónicos ? Durante el Renacimiento, se comparó la entrada de Carlos VIII y sus franchutes con la entrada del bárbaro cartaginés Aníbal ( Por los mismos Alpes….) y el 1494 sería el culmen de la calamitá. Fue la envidiosa y soberbia Casa de Anjou-cuyos ancestros aliábanse con el protestante y el turcoide, elogiando al judío antiespañol Bartolomé de las Casas-la que no paró de incordiar contra la Corona Hispánica de Aragón en las Dos Sicilias; intentando rapiñar tanto en Europa como en América toda nuestra vasta capacidad Imperial.
Es pues, San Isidoro de Sevilla, el que tras ya concebir a España como una Patria Común, el máximo exponente de la síntesis de nuestra natural jerarquía. Con todos los malos gobiernos de los validos de los Austrias Menores, no puede compararse en absoluto con la entrada de Felipe de Anjou. Con el tontiloco Felipín de Anjou se pierde el Rosellón, la Cerdaña, Menorca, Gibraltar y la Florida; los Tercios-que creara Gonzalo Fernández de Córdoba; esto es, el Gran Capitán-son sustituidos por los “ regimientos “; los Fueros van pasando a mejor vida ( De hecho, el mismísimo Carlos María Isidro dijo “ Yo os devolveré los Fueros que mis antepasados os arrebataron “….¿ Significativo, verdad ?-con los Decretos de Nueva Planta, amén de las desastrosas medidas para la navegación y el comercio de la Hispanoamérica; y la Borgoñona Cruz de San Andrés va cayendo en el olvido; hasta la llegada del carlismo. Todo ello, un burdo producto de la consumación de la decadencia de Las Españas, plasmada en una cruenta guerra de sucesión donde las potencias europeas emergentes se repartían nuestros dominios como si de un botín se tratase; bajo un testamento dudoso de un rey incapaz. No se trata de defender a ultranza al Archiduque Carlos de Austria; pero desde luego, a día de hoy podría decirse que hubiera sido lo menos malo ( Que no lo bueno, pasa como con el franquismo ), porque, sencillamente, peor no se puede hacer. Los libros de la LOGSE exaltan a Carlos III como un rey modélico; cuando ha sido el rey “ español “ que más motines ha sufrido…Y todo porque hizo cuatro cosillas que se dicen “ obras públicas “ en los Madriles…..
El carlismo, reacción contra la consumación del masónico liberalismo-en la figura de la nefanda e inmoral Isabel II-sí que apoyó a una dinastía borbónica. Pero de verdad, ¿ nos podemos creer que el carlismo fue un mero problema de “ legitimismo “ y ley sálica o semisálica ? El carlismo significa la mayor construcción social patriótica más o menos contemporánea-incluso reconocido su valor social por el resentido judío Karl Marx que haya conocido esta Patria; y debe ser el máximo referente de todo aquel hispanista rebelde. El carlismo, como se dice, “ un movimiento de frailes y campesinos “ en su día aceptó a los llamados “ reyes legítimos “; pero si uno es medianamente aficionado a la Historia, ha de intentar retrotraerse y aplicar aquello que Ortega y Gasset dijera : “ Yo soy yo y mis circunstancias “. El carlismo nació en una época muy dolorosa y dificultosa para España; con lo cual puedo entender que se apoyara a quien se apoyó; y eso sí, siempre hubo varias ramas. Pero, a día de hoy, con todo lo que ha llovido, siendo españoles y orgullosos, ¿ podemos caer en mentalidades “ legitimistas “ que nos son ajenas ? ¿ Seguiremos agachando la cerviz y adoptando modelitos extranjerizantes teniendo nosotros un legado harto superior ? En ese sentido, es el Hispanismo de Batzegada el que recoge la fuerza social y carismática que tanto perduró en el sentimiento pagés, navarro, y a principios del siglo XX en el Aljarafe-limitando con Doñana-y en Sevilla capital-“ La Navarra del Sur “-No obstante, el carlismo fue la más viva encarnación de la defensa de la Hispanidad en su tiempo.
Resumiendo-que es gerundio- : Más méritos y menos fetichismos. Hispania Prima Bellatrix, Terra Caesaris ! Jaungoikoa eta Lege Zaharra ! Desperta Ferro ! ¡ Santiago !
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