BRINDIS HISPÁNICO, BRINDIS TEUTÓNICO






En las imágenes: Wolfram von Richthofen, Jefe del Estado Mayor de la Legión Cóndor. Escudo heráldico del linaje de los Von Richthofen.

Tras el desfile de la victoria –nos cuenta Pío Moa en "Años de hierro. España en la posguerra 1939-1945"- Francisco Franco se desplazó hasta la base aérea de León, para presidir un banquete con los jefes de la aviación española y alemana. Allí estaba, en un lugar de honor, Wolfram Barón von Richthofen, el jefe de la Legión Cóndor, un curtido guerrero teutónico que hizo honor a su sangre azul combatiendo en España a los secuaces de Stalin. Wolfram von Richthofen era asimismo pariente del legendario Barón Rojo.

Un militar español levantó la copa y brindó en alemán:

Por los mejores soldados del mundo: los alemanes y los españoles”.

El caballeroso Barón von Richthofen correspondió, levantándose y diciendo:

A la salud de los mejores soldados de infantería del mundo: el español nacionalista y el español republicano”.

Este cortés brindis es todo un reconocimiento a la sangre ibérica que, incluso equivocándose de bando, no puede dejar de ser ibérica. Hay que ser alemán o español para entender estas cosas. Hoy, por desgracia, quedamos pocos que las comprendamos. Eran tiempos de la Caballería, cuando los nobles sabían reconocer la bravura del enemigo. En nuestros tiempos no quedan ni nobles que reconozcan las virtudes del adversario, ni -por desgracia- adversarios que conserven virtudes dignas de elogio. Mentes deformadas por el hedonismo no pueden ser elogiables bajo ningún concepto, simplemente son detestables.

Wolfram von Richthofen murió el 12 de julio de 1945, tras ser capturado por el brazo yanqui del ejército aliado, cuando estaba cautivo en el campo de prisioneros de Bad Ischl (Austria). Mientras el noble expiraba, un yanqui con el casco ladeado rumiaba su goma de mascar y escupía. Los nobles de Europa se extinguían. Los yanquis, vulgares y democráticos, competían con los soviéticos en la violación de mujeres y niñas alemanas. Europa y España se convertían en colonias del Tío Sam.

Décadas después, a principios del siglo XXI, alzo mi copa y brindo:

A la salud de los nobles alemanes y españoles que todavía conservan el Honor que otros aristócratas venden a las revistas del corazón.”


Publicado por Maestro Gelimer

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