Re: Si yo fuera Presidente...

Iniciado por
Cinco Rosas
EN LA REALIDAD ACTUAL (y no en una región utópica de un pasado medioeval que ya no existe)
¡Ah! ¿pero es que hoy en día existe algo coherente que pueda ser calificado como REALIDAD en lugar de entelequia alienante? Afirmar el Cristianismo -por favor, con mayúscula-, para negar su realidad de consolidación en la Edad Media, tampoco me parece muy coherente.
Si yo fuera presidente, calificaría mi movimiento como un movimiento patriótico, cristiano
y de izquierdas (¿para qué seguir con ese viejo eslogan de no ser ni de izquierdas ni de derechas que ya nadie comprende ni se lo cree siquiera..?)
No es un problema de comprensión, sino de incorporación al lenguaje de los medios, de los políticos y al habla de la calle. No hay novedad en ello y ya hace tres cuartos de siglo, o más, los falangistas afirmaban que ellos no eran ni de derechas ni de izquierdas, ¿y quién los entendía? Por supuesto, para el Carlismo ambos términos son expresión de lo mismo: revolución. Y la cuestión es ¿porqué poner etiquetas a un Reinado Social de Cristo? ¿Izquierdas y cristiano? eso es una contradicción en términos.
Ahora bien, podemos seguir veinte años más todavía, hablando de las viejas glorias de nuestros monarcas pasados. Pero, luego no nos extrañemos si por ese camino cada vez vamos quedando menos.
Un problema generalizado es que la gente ha olvidado la Historia, y ese es uno de los peores errores que puede cometer un pueblo, cualquier pueblo, pues en sí mismo dicho olvido encierra la disolución nacional de éste. De modo que mucho me temo que de seguir así en otros veinte años no quede nada que recordar, tampoco estos días aciagos. ¿De qué preocuparse entonces? Y ello sin tener en cuenta que la añoranza de mejores tiempos refuerza el ánimo para seguir manteniendo la ilusión y la esperanza en un futuro distinto.
Otro problema generalizado es la tendencia a la falacia de generalización que anima y alienta una sociedad como la presente. Así, cuando se habla de república la gente está mencionando la forma de Estado, mientras que si se hace de monarquía es en referencia a reyes concretos cuyos reinados no fueron lo que uno espera. Pues hay dos opciones: o se habla de república para referirse a los nefastos mandatos de numerosos presidentes corruptos e indignos, o se habla de monarquía como institución y forma de Estado. Si nos centramos en la propia España, por ejemplo, la I República tuvo 13 gobiernos en 11 meses, ¡digno ejemplo a seguir!
Los carlistas cuando hablamos de reyes no nos referimos al actual Jefe del Estado, sino a Reyes legítimos que arrancan de la mismísima Isabel La Católica, autora de España. A hombres como D. Felipe II o al legítimo D. Carlos VII. A ellos como representantes de la Monarquía Hispana Social y Representativa.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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