Buscan restos santuario cerca del ‘castellum’ romano de La Cala de Benidorm

Arqueólogos de la Universidad de Alicante (UA) comenzarán el próximo lunes unas catas arqueológicas para buscar restos de un posible santuario íbero en las inmediaciones del ‘castellum’ romano de El Tossal de La Cala, el fortín de la época de las Guerras Sertorianas



“Castellum” romano del Tossal de la Cala de Benidorm


Los trabajos se desarrollarán bajo la dirección de Jesús Moratalla y en colaboración con la Concejalía de Patrimonio Histórico de Benidorm.La concejal de Patrimonio Histórico, Eva Mayor, y la titular de Arqueología de la UA Feliciana Salas han explicado que la existencia de este santuario fue recogida y localizada por el padre Belda en los años 40 del siglo pasado en la parte posterior del cuartel de Carabineros que se levantaba en la actual plaza de Encarnación La Corrilla.


Concretamente, el padre Belda habló “de tres yacimientos”: el de El Tossal donde está el ‘castellum'; un santuario de “forma cónica” detrás del antiguo cuartel de Carabineros y una factoría púnica-lusitana, que los arqueólogos piensan que sería el fortín “donde se hicieron fuertes los que acabaron asaltando El Tossal” y que no está localizado.


En el yacimiento del cuartel, el padre Belda encontró “pebeteros de terracota con atributos femeninos” que podrían corresponder a la diosa Tanit y que, según Salas, “sólo aparecen en santuarios o tumbas”.


Además, de esta misma zona de reserva arqueológica proceden los restos de un toro de piedra de arenisca que forma parte de la colección municipal.


Salas ha indicado que, de confirmarse su existencia, lo más probable es que se tratara de un santuario “de la navegación dedicado a la diosa madre” y “a un dios protector del mar”.


La arqueóloga cree que este santuario estaría relacionado con el ‘castellum’, ya que los soldados romanos eran “muy supersticiosos”.


De hecho, en El Tossal se ha recuperado parte de un objeto denominado bula que servía para espantar “el mal de ojo”.


“Probablemente los soldados no sólo llevaran una bula para que los dioses les evitaran una muerte segura sino que, además, irían al santuario diariamente o cada pocos días para hacer sus libaciones. Y esos pebeteros -como los localizados por Belda y los que ahora se espera encontrar- pudieran ser ofrendas suyas o de los íberos de la comarca”, ha apuntado.


Salas ha indicado que por el momento no se puede confirmar que en las inmediaciones de los ‘castellum’ se levantaran santuarios, puesto que hasta ahora “no se ha excavado ningún fortín romano en tanta extensión” como el de El Tossal.


De ahí, según la arqueóloga, la importancia que podría tener este hallazgo para la investigación.

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